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lunes, 3 de febrero de 2014

Reflexión: La claridad del equilibrio

Reflexión: La claridad del equilibrio

El equilibrio es el organismo activo, cuando las fuerzas internas y externas están equilibradas.
Pero que pasa cuando nuestro organismo no se encuentra en equilibrio, cuando nuestros sentidos no se encuentran en equilibrio.
En ese estado hay algo insalubre que repercute de diferente manera, unas veces de forma silenciosa y otras veces marcando las actitudes, problemas o enfermedades que se puedan tener. 
Muchas veces el estado emocional y racional al no tener una buena armonía repercute en las actitudes, en el cómo nos comportamos frente a cada situación que se tiene que pasar.
Todos nacemos con un lado emocional y espiritual. Y cada uno equilibra, o bien permanece en un lado más que en el otro.
Es común que las personas sumamente racionales tengan mucho poder en su entorno, sean audaces y exitosas en sus vidas. Pero también es común que al comenzar sus épocas de vejez, su moral les haga sentirse relegados en lo emocional.
Por otro lado también es común que las personas sumamente emocionales tengan mucha sensibilidad y puedan tener tristezas, depresiones y poca autoestima. Y cuando se dan cuenta que les falta fortaleza y fuerza para utilizar su razón, releguen sus vidas por no saber solucionar sus problemas.
Otra vez vuelvo a despertar consciencia en donde digo que los extremos en un punto se parecen.
La transformación entre lo emocional y lo racional es el justo equilibrio para que tu hemisferio izquierdo y derecho estén en constante equilibrio y armonía. Y así con ello, repercutan buenos resultados en todo tu cuerpo.
De seguro que hay personas más emocionales o más racionales. Depende de cada uno como transformar esas actitudes para el bien del ser.
Por ejemplo, el poder desmedido genera tensión, genera miedo en el entorno si se utiliza para demostrar ese poder por parte de la persona que lo está emanando cuando no tiene algo resuelto. Y esa frecuencia en la demostración es dañina en el entorno.
También, cuando una persona que no puede hacer nada lo recalca continuamente, es una forma de convertirse en mendigo y a su vez utilizar la situación para modificar y condicionar el entorno. Este comportamiento también es dañino.
Aquí se ven en ejemplos los extremos. En muchos casos influye la culpa y el intento de tapar los problemas de extremos desmedidos.
Los seres que comienzan a sentir y fluyen en equilibrio y armonía, pueden razonar con una sabiduría decisiva y acorde a la situación que se está viviendo. Pueden ver su propio espejo y transformarlo en estado puro de amor. Tomando conciencia de que se hace el bien por uno mismo y por los demás, sin especular con el resultado.
Al mirar que el espejo es cada vez más claro, el equilibrio es un juego que nos dice cómo y cuándo ser más emocionales y racionales.

¿Qué esperas para transformar tu espejo en la claridad del equilibrio?

Lorena Gintautas.-
Corrección gramatical: Jaime Llosa Sr.

El equilibrio es el organismo activo, cuando las fuerzas internas y externas están equilibradas.


Pero que pasa cuando nuestro organismo no se encuentra en equilibrio, cuando nuestros sentidos no se encuentran en equilibrio.

En ese estado hay algo insalubre que repercute de diferente manera, unas veces de forma silenciosa y otras veces marcando las actitudes, problemas o enfermedades que se puedan tener. 

Muchas veces el estado emocional y racional al no tener una buena armonía repercute en las actitudes, en el cómo nos comportamos frente a cada situación que se tiene que pasar.

Todos nacemos con un lado emocional y espiritual.
Y cada uno equilibra, o bien permanece en un lado más que en el otro.

Es común que las personas sumamente racionales tengan mucho poder en su entorno, sean audaces y exitosas en sus vidas.

Pero también es común que al comenzar sus épocas de vejez, su moral les haga sentirse relegados en lo emocional.

Por otro lado también es común que las personas sumamente emocionales tengan mucha sensibilidad y puedan tener tristezas, depresiones y poca autoestima.

Y cuando se dan cuenta que les falta fortaleza y fuerza para utilizar su razón, releguen sus vidas por no saber solucionar sus problemas.

Otra vez vuelvo a despertar consciencia en donde digo que los extremos en un punto se parecen.

La transformación entre lo emocional y lo racional es el justo equilibrio para que tu hemisferio izquierdo y derecho estén en constante equilibrio y armonía.

Y así con ello, repercutan buenos resultados en todo tu cuerpo.De seguro que hay personas más emocionales o más racionales.

Depende de cada uno como transformar esas actitudes para el bien del ser.

Por ejemplo, el poder desmedido genera tensión, genera miedo en el entorno si se utiliza para demostrar ese poder por parte de la persona que lo está emanando cuando no tiene algo resuelto.

Y esa frecuencia en la demostración es dañina en el entorno.

También, cuando una persona que no puede hacer nada lo recalca continuamente, es una forma de convertirse en mendigo y a su vez utilizar la situación para modificar y condicionar el entorno.

Este comportamiento también es dañino.

Aquí se ven en ejemplos los extremos.
 En muchos casos influye la culpa y el intento de tapar los problemas de extremos desmedidos.

Los seres que comienzan a sentir y fluyen en equilibrio y armonía, pueden razonar con una sabiduría decisiva y acorde a la situación que se está viviendo.

Pueden ver su propio espejo y transformarlo en estado puro de amor.

Tomando conciencia de que se hace el bien por uno mismo y por los demás, sin especular con el resultado.

Al mirar que el espejo es cada vez más claro, el equilibrio es un juego que nos dice cómo y cuándo ser más emocionales y racionales.

¿Qué esperas para transformar tu espejo
 en la claridad del equilibrio?

Lorena Gintautas.- Corrección gramatical: Jaime Llosa Sr.

MAS INFO: 
http://buenasiembra.com.ar/salud/mas-alla-de-la-mente-superconciente-1112.html

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