Las ciudades internas del futuro
Escrito por Brad Hunter La visión del futuro en el pasado Las antiguas tradiciones consideraban al presente como el tiempo en el que se debía trabajar para la construcción del futuro. No pensaban en el futuro como algo aleatorio, sino como una consecuencia de la sumatoria de causas construidas en el momento presente. Los nativos hopi de Norteamérica creían que habían recibido como herencia el mundo que edificaron sus ancestros. Por lo tanto, su responsabilidad era ocuparse conscientemente en mejorarlo, para entregarlo como promesa de un mundo mejor para su descendencia. Cada vez que un miembro de la tribu partía de este mundo, sabía que el tiempo futuro honraría su memoria como tributo por la herencia recibida de sus obras. Cada vez que empezaba un nuevo ciclo, este contendría la sabiduría del pasado, marcando las nuevas pautas en las cuales se construiría la continuidad del tiempo próximo. Según esta visión del evolucionismo, aquellos pueblos que no respetan las pautas dejadas por sus ancestros no respetan el progreso. Por el contrario, transitan un retroceso que borra la memoria de su propio pasado generacional. Todo está interconectado El entrelazamiento cuántico es una propiedad predicha en 1935 por los científicos Einstein, Podolsky y Rosen, y describe un fenómeno en el cual las partículas entrelazadas no pueden definirse como partículas individuales con estados definidos independientes, sino más bien como un sistema conformado. En la genial producción cinematográfica de ciencia ficción El atlas de la nubes, realizada por los hermanos Andy y Lana Wachowski, se explora una red invisible tejida por las elecciones de vidas individuales, que se fusionan en un destino grupal o colectivo. La vida de sus protagonistas se entrelazan en diferentes encarnaciones, y sus acciones impactan en otras vidas del pasado, el presente y el futuro, como una sola alma que evoluciona a través de sus múltiples experiencias vivenciales, para ir definiendo posturas de vida en lo individual y lo colectivo como especie. Así es como se van transformando los protagonistas, de un asesino a un héroe, y como un acto de bondad ondea a través de los siglos para inspirar una revolución en el futuro y cambiar el orden de la historia. La trama interrelaciona a cada uno de los habitantes de la Tierra en todos sus espacios y tiempos, hasta desembocar en el desenlace de la evolución total de la Tierra al final de una era o ciclo de tiempo. Es por ello que las antiguas tradiciones nos hablaban del final de los tiempos, y lo hacían en plural, tal vez advirtiendo a futuras generaciones el verdadero significado de la pluralidad del tejido cuántico que entrelaza la construcción de un período de aprendizaje de la humanidad. Desde los tiempos mesopotámicos de los sumerios, pasando por los egipcios y los mayas, se creía que una anterior civilización había sucumbido en un diluvio como resultado de sus propios errores evolutivos. De esta advertencia, surgida desde la experiencia del pasado, nace el siguiente interrogante: ¿pueden nuestros errores involutivos incidir en los patrones climáticos? La ciencia cuántica nos dice que sí. Según sus principios, consciente o inconscientemente materializamos el equilibrio o desequilibrio del entorno en el que nos manifestamos. Además de entender la naturaleza del tiempo cíclico, los antiguos también sabían que las condiciones del futuro estaban grabadas en los registros de otros tiempos. Algo así como artistas continuando la obra que comenzaran los pintores del pasado. ¿Se imagina siendo el muralista que plasma la continuidad de génesis que comenzara a pintar Miguel Ángel en 1512, en la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina? Sin lugar a dudas, todos somos los autores de una realidad que plasma, como la tela de una pintura, lo que el artista expresa a cada instante de su obra denominada vida. El entrelazamiento parece servir como un cordón inmaterial que conecta todas las cosas del universo y tiende un puente entre observador y lo observado. Una de las cosas que ha hecho la física cuántica como ciencia filosófica fue construir un puente de unión entre la razón y el sentir, en una novedosa expresión que nos permite entender la realidad desde su concepción invisible. Nos ha demostrado que nada está separado de su esencia y, lo más importante, nos reafirmó que existe una naturaleza espiritual e intangible detrás del mundo de la materia. ¿Modernidad es sinónimo de futuro? El modernismo y el desarrollo tecnocrático nos condujo al diseño de formas de vida que atentan contra nuestro entrelazamiento con lo natural. Esta encrucijada en el camino del progreso nos ha demostrado que nuestra visión del futuro está conduciendo a una realidad en la que el observador del futuro olvidó su propia esencia observada del pasado. Como parte de una iniciativa en pos de mejorar la visión constructiva del mundo futuro, el Institute for the Future (en sus siglas en inglés IFTF - Instituto para el Futuro) –un vanguardista centro de investigación ubicado en Palo Alto, California, dedicado “a predecir la experiencia”– ha desarrollado un mapa de realidades que se entrelazan y bifurcan a partir de la experiencia de sus protagonistas. El organismo está constituido por un nutrido grupo de pensadores que, utilizando tecnología predictiva, pueden pronosticar el futuro desarrollo de una empresa, un estado o predecir el futuro del mundo cargando datos de los actores fundamentales, los que hacen a la identidad institucional del organismo sujeto a investigación. En el caso de una ciudad, el mapa del futuro se realiza a través de un masivo intercambio de datos desde su pasado fundacional, el transcurso del 50 por ciento de su historia y el restante 50 por ciento, conformado por el pasado reciente y el propio presente. Esta base de datos históricos construidos desde lo colectivo, hasta la información de la experiencia personal de una masa crítica constituida por el 10 por ciento de la población influyente, arroja datos para la obtención de resultados predictivos que dibujan un panorama de cómo sería la ciudad investigada en su futuro. Sin lugar a dudas, en ciudades como Buenos Aires, cuya historia está conformada por relatos tan disímiles en los que se entrelazan el colonialismo, la inmigración y la multicultura, no sorprendería el descubrir que el futuro se proyecta como un colapso temporal en el que las tradiciones del pasado se confronten con los desarrollos y planificaciones necesarias para la construcción de la sustentabilidad futura. Los estudios del IFTF se basan en la premisa de que los núcleos urbanos son el resultado energético de la masa crítica de las emociones compartidas de sus individuos; el ser humano como un único animal que transfiere sus experiencias a través de los nodos energéticos que se entrelazan por sobre las ciudades por resonancia mórfica. Los campos mórficos son, según la definición de uno de los defensores de la teoría holística, Rupert Shaldrake, campos o estructuras de orden implicado que resultan del aprendizaje colectivo de una especie. Según esta teoría, estos campos organizan y almacenan información alcanzada por miembros de la especie en el pasado, para ser transferidos a futuros miembros de la especie que incorporan el conocimiento obtenido por sus ancestros sin tener que vivenciar la experiencia de aprendizaje. Es así como un ratón, al ver una serpiente, no necesita descubrir su peligrosidad al ser mordida gracias a la experiencia vivencial de los miembros de la especie que lo antecedieron. El hombre como amenaza al orden natural Nadie puede dudar que los núcleos urbanos no son lo mismo en plena hora pico un lunes que un día domingo a la mañana. La inteligencia colectiva es como un organismo que atenta a otro que lo contiene y le da albergue. El conjunto de sus habitantes produce la materialización de la conciencia colectiva, influyendo en los patrones energéticos de un espacio determinado. Es así como un miembro ajeno a una ciudad es capaz de percibir la negatividad o carga emocional de sus habitantes, que se plasma en el campo de resonancia local del lugar que el turista visita. La masa crítica y el uso indiscriminado de la tecnología atenta contra el orden natural desarrollado en el transcurso de millones de años, y que el lugar poseía en un pasado remoto. La realidad, concebida como resultado de una construcción colectiva proyectada, es una resultante en la que los acontecimientos pasados determinan el presente y ambos tiempos construyen el potencial futuro. Las grandes ciudades se enfrentan al colapso energético en el que no todo es un problema de abastecimiento resumido en los servicios funcionales del hogar y la vida diaria. La saturación energética es la consecuencia del colapso de fuerzas que producen el crecimiento exponencial poblacional y su propio desequilibrio de generación emocional y mental (polución bioenergética). La saturación del orden implicado del sistema urbano, en el cual exista una masa crítica que viva en inseguridad, miedo y desaliento, terminará influyendo por sobre el resto saturando el campo o red energética de conciencia colectiva. Esta teoría trata sistemas naturales autoorganizados que terminan incidiendo en las sociedades, por sobre los sistemas que se encuentran bajo influencia del control humano. Y asume que las consecuencias manifestadas en patrones de conducta, violencia, grados de excitabilidad social y otras respuestas de comportamiento son producto de los campos organizativos, campos formativos, proyectados más allá de la voluntad humana. El rasgo principal es que la forma de las sociedades, ideas y comportamientos dependen de la manera en que los campos han sido organizados en el pasado. Hay una especie de memoria integrada en los campos mórficos de cada cosa autoorganizada. Se concibe el comportamiento de las sociedades como reguladas por los hábitos repetitivos, más que cosas gobernadas por leyes sociales y políticas existentes fuera de la naturaleza y de su orden aún no del todo comprendido. ¿Seremos influenciados por nuestras propias creaciones pasadas? ¿Terminarán las causas del pasado determinando el horizonte de posibilidades de los asuntos humanos del futuro? Los nuevos paradigmas muestran al ser humano siendo presa del desconocimiento de lo que él mismo puede producir y plasmar en el tiempo. El mundo en el que vivimos es esencialmente una fluctuación probabilística, y se encuentra en un estado indeterminado hasta que una masa crítica lo fija con sus creencias y le otorga una especie de consistencia emocional. El mundo es fundamentalmente el resultado de la forma en que lo experimentamos individualmente y colectivamente. No podremos diseñar nada en el afuera que no esté primeramente diseñado en el mundo del adentro, de la masa crítica, que es el real productor del mundo exterior NOTA PUBLICADA EN LA REVISTA EL PLANETA URBANO http:// |
La Plantilla Solar de MU y la Activación del Sexto Disco Solar: Punto Matriz del Alma en Timo
Continuamos con el trabajo de Activación de los Discos Solares en nuestros Chakras y con ello la Sincronización con la Plantilla Solar de MU Planetaria.
La Madre Tierra forma parte de un conglomerado de 12 Sistemas Cósmicos que actuando desde la Hermandad y el Amor formaban en la época Lemuriana un sistema de intercambio de información y sabiduría Cósmica.
Desde el inicio de los tiempos la vida fue creada para sostener y transmitir información a través de las dimensiones. La naturaleza de cada uno de los sistemas posee en sus células receptáculos cuánticos que actúan como proyectores holográficos de Luz e información viva.
A esto se le llama Bibliotecas Vivientes, pues cada ser vivo de la Naturaleza posee tal capacidad de captar y conducir información. Incluso nosotros, los Seres Humanos tenemos estos receptáculos de información presentes en nuestras células, capaces de almacenar cuánticamente cantidades ilimitadas de memorias y sabiduría.
En la época de Lemuria este intercambio de información se realizaba de manera abierta, amorosa y respetuosa. Todas las células de la Madre Tierra, plantas, animales, rocas, cristales e incluso cada molécula presente en el aire, agua y fuego recibían y transmitían información.
De esa manera la Información fluía en sincronía a través de las Rejillas Cristicas tanto de los Seres Humanos, como de la Madre Tierra en conexión con la Rejilla Cristica Universal y la Plantilla Solar de MU representaba el Patrón o impronta Cósmica con el cual la Madre Tierra era identificada en el Universo de modo que a través de la Plantilla Solar de Mu los Seres Cósmicos de Luz Cristica podían enviar y recibir información luminosa hacia los Seres y las consciencias humanas. Solamente los Seres vibrando en Frecuencia Cristica tienen acceso a ese flujo de Información ya que el único canal de apertura es el Amor y el corazón.
En la época en la que la consciencia humana comenzó a entrar en la Noche Galáctica y el ego comenzó a tomar poder generando la separación de la energía masculina y femenina; Los Antiguos Maestros Lemurianos, conociendo que llegaría un momento en el cual la consciencia colectiva de la Humanidad, por principio natural de correspondencia con la noche galáctica entraría de nuevo en la era de la separación resguardaron la Plantilla Solar de Mu y los Discos Solares para que en su momento fueran reactivados nuevamente en la Rejilla Cristica.
La Plantilla Solar de MU permaneció en un estado de reposo durante los últimos milenios y a medida que comenzamos a ingresar de nueva cuenta en la Banda de fotones y el día Galáctico ha comenzado a iluminar las consciencias, la Plantilla Solar de MU ha sido reactivada y con ello la Impronta Cósmica de la Madre Tierra.
tanto de forma personal en los Seres Humanos como de forma Planetaria para la Madre Tierra y todos los Seres vivos, La función de la Plantilla Solar de MU consiste en reactivar la conexión que tenemos con la Conciencia SOLAR integradora de todas las Frecuencias y a su vez, restaurar la conexión que tenemos con los Elementos de la Madre Tierra y los elementos cósmicos, permitiéndonos reactivar en nuestro ADN cósmico y Rejilla Cristica el circuito de información que nos permitirá renacer en Luz hacia la conciencia SOLAR en conexión con el Todo.
Cada uno de los Discos Solares que hemos activado cada mes actúan como receptores de la Información y a su vez agentes de activación Planetaria, restaurando el orden y permitiéndonos reconectarnos con los elementos y su sabiduría. Cada Disco Solar personal se sincroniza con los Discos Solares Planetarios y a su vez con el Gran SOL Central reconectándonos con el Flujo cósmico.
De esta manera, estamos ya en la sexta activación. En esta ocasión trabajaremos con el Punto Matriz del Alma en nuestra Glándula Timo.
Sexto Disco SOLAR: Punto Matriz del Alma en Timo.
Ubicado justo entre el chakra corazón y el chakra garganta se encuentra un pequeño canal de Luz cuya función es entrelazar el Alma con la consciencia, inspirándonos a hablar desde nuestra verdad e integridad espiritual. Justo en el centro de ese canal de Luz se encuentra en nuestra Glándula timo un punto multidimensional de Luz que llamamos “Matriz del Alma”.
La Glándula timo físicamente es el centro donde se regula el sistema inmunológico del Ser Humano, se puede decir que en el plano físico la función de la Glándula timo se basa en el discernimiento, pues se encarga de regular el sistema inmunológico defensivo.
El timo era conocido por los antiguos griegos, y su nombre proviene de la palabra griega thymos, que significa corazón, alma, deseo, vida. No es casualidad que los Griegos le dieran este nombre a tan importante Glándula, cuya función es vital tanto física como energéticamente.
Energéticamente nuestra Glándula Timo sostiene de forma multidimensional el Punto Matriz del Alma, justo ahí se ancla la energía, sabiduría y Amor que ingresan a través de nuestro Octavo Chakra Estrella del Alma, permitiéndonos entrar en conexión con nuestro Plan Divino y la Misión de nuestra Alma.
El Octavo Chakra conocido como “Estrella del Alma” es el punto de conexión y la entrada a los primeros tonos vibracionales correspondientes a la quinta dimensión y tiene correspondencia directa con el Punto Matriz del Alma en el timo y con el chakra corazón.
Cuando el octavo chakra se activa se abre asemejando una flor de Loto. De su interior surgen rayos de Luz que descienden en cascada sobre nuestras cabezas, recorren nuestros canales internos iluminando nuestros chakras superiores y anclando la Luz y la Información en nuestro Punto Matriz del Alma y corazón, nos permiten reconectar con la Paz, el Amor y sobre todo, el propósito evolutivo de nuestra Alma, mejor conocido como “Misión personal”
El Punto Matriz del Alma representa el patrón holográfico de nuestra Alma. Es un fractal actuando en correspondencia con nuestra Impronta Cósmica Divina, cuya forma es una hermosa Geometría única y diferente para cada uno.
Esta Geometría fractal que reside en el centro de nuestra Glándula timo es la Matriz del Alma y su forma geométrica es visiblemente un hermoso mandala multidimensional cuya forma representa nuestra sabiduría, Amor y la huella que vamos dejando como Seres cósmicos en cada ciclo evolutivo.
Si bien, el Punto Matriz del Alma y su geometría Divina son perfectos espejos fractales de nuestra Impronta Cósmica geométrica; el dolor y la carencia espiritual fundamentados en el ego y el miedo que hemos experimentado a lo largo de nuestra vida van ensombreciendo la Luz de nuestro Punto Matriz del Alma recubriéndolo con una fina retícula de densidad que nos impide acceder claramente a la Sabiduría interior y al conocimiento de nuestro Plan Divino o Misión de Vida.
Con ello, las personas suelen pasar su vida en la búsqueda sin encontrar realmente un propósito o sin lograr retener la Claridad, eso se debe a que la Matriz del Alma se encuentra ensombrecida por las heridas y el dolor.
En este mes activaremos el Sexto Disco Solar cuya ubicación es justamente en el Punto Matriz del Alma y con ello, sanaremos las heridas, transmutando y limpiando la retícula de densidad para acceder a nuestra belleza y Geometría Divina.
Antes de activar el Disco Solar realizaremos un sencillo ejercicio, para que puedan sentir la conexión con su Punto Matriz del Alma y restaurarlo.
Continuar con la meditación, acá---> http://