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lunes, 15 de diciembre de 2014

CUANDO ME AMÉ LO SUFICIENTE…



Cuando me amé lo suficiente me compré una cama de plumas.

Cuando me amé lo suficiente dejé de conformarme con muy poco. 

Cuando me amé lo suficiente llegué a conocer mi propia bondad. 

Cuando me amé lo suficiente empecé a tomar el don de la vida en serio y con gratitud.

CUANDO ME AMÉ LO SUFICIENTE…
Comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto… En la hora correcta… En el momento exacto… Entonces, me relajé…
Hoy se que eso tiene nombre: AUTO ESTIMA

CUANDO ME AMÉ LO SUFICIENTE...
Me di cuenta que mi angustia y sufrimientos emocionales no pasan de ser una señal de que voy en contra de mis verdades.
Hoy se que eso es: AUTENTICIDAD

CUANDO ME AMÉ LO SUFICIENTE...
Dejé de desear que mi vida fuese distinta y comencé a ver que todo lo que sucede contribuye a mi crecimiento.
Hoy a eso le llamo: MADUREZ

CUANDO ME AMÉ LO SUFICIENTE...
Comencé a entender cómo es ofensivo forzar alguna situación o a alguien sólo para realizar mis deseos aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada, inclusive yo mism@.
Hoy se que el nombre a esto es: RESPETO

CUANDO ME AMÉ LO SUFICIENTE...
Comencé a despojarme de todo lo que no fuera saludable. Personas, tareas, todo, y cualquier cosa que me desanimara. En principio, mi razón me llamó la atención acerca de esa actitud de egoísmo.
Hoy se que se llama: AMOR PROPIO

CUANDO ME AMÉ LO SUFICIENTE...
Dejé de temerle a mi tiempo libre y de hacer grandes Planes. Abandoné proyectos a muy largo plazo. Hoy hago lo que considero correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy se que eso es: SIMPLICIDAD

CUANDO ME AMÉ LO SUFICIENTE...
Desistí de querer tener siempre la razón y con eso cometí menos errores.
Hoy descubrí la: HUMILDAD

CUANDO ME AMÉ LO SUFICIENTE...
Dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora,
me mantengo en el presente, que es donde la vida realmente ocurre. Hoy vivo, un día a la vez...y todo lo que llega es bienvenido.
Eso se llama: PLENITUD

CUANDO ME AMÉ DE VERDAD
Entendí que mi mente puede perturbarme y decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio del corazón, se torna una enorme y valiosa aliada.
Todo eso es: SABER VIVIR

Cuando me amé lo suficiente empecé a saborear la libertad. Cuando me amé lo suficiente encontré mi voz y escribí este pequeño libro.
Cuando me Amé de Verdad 
(Kim E Alison McMillen)

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