Pintura de DANIEL HABEGGER
“La Antroposofía es un camino de conocimiento que quiere conducir lo espiritual en el hombre a lo espiritual en el cosmos.”
Rudolf Steiner
En lo más profundo de su ser, el hombre
del presente busca como alimento para el alma algo que las universidades
no pueden darle y que antaño recibía de la tradición y la fe.
Instintivamente presiente que, en su interior más recóndito, yacen
inmensas fuerzas de las cuales podría hacer fructífero uso; y así como
anhela poseer un mayor conocimiento de estas fuerzas, ansía también
encontrar respuestas para las verdaderas preguntas que surgen en él
sobre los misterios de la vida.
Antroposofía es un camino que quiere
conducir al conocimiento de esas fuerzas, ocultas en cada hombre, en
forma metódica y disciplinada, a la vez que contesta a los profundos
interrogantes que nos plantea la vida no como teoría abstracta sino como
realidad viviente.
Dice Rudolf Steiner:
“Toda verdad que no
es al mismo tiempo una fuerza vital es una verdad estéril, y todo
pensamiento que no va al alma porque no está impregnado de sentimiento
es un pensamiento muerto.”
La ciencia actual nos muestra una parte
de la realidad, la que abarca los fenómenos accesibles a los sentidos
físicos. Rudolf Steiner la amplía y complementa, sentando las bases de
una ciencia de lo espiritual que estudia objetivamente las leyes de lo
suprasensible, iluminando a las distintas esferas de la cultura humana
como a un todo en donde lo científico se interrelaciona con el arte y la
religión.
La antigua sabiduría que vivió una vez
en forma atávica en el hombre, vuelve con la Antroposofía, transformada y
cristificada, en concordancia con una nueva época de conciencia, donde
el conocimiento debe construirse desde la conquista del pensar y sin que
ningún tipo de coacción violente el sagrado ámbito de la libertad del
individuo.
Antroposofía quiere decir literalmente: sabiduría del hombre (anthropos-sophia), y hoy significa “conciencia de su humanidad”.
Como muy pocos hombres en la historia,
Rudolf Steiner combinó las capacidades de científico, artista y vidente.
Nacido en un pequeño pueblo del imperio austro-húngaro, Kraljevec, era
hijo de un jefe de estación de ferrocarril.
La educación en sus primeros años,
ayudada por su particular sensibilidad y aptitud, fue asumida por su
padre, y ya en el colegio secundario se inclinó por la rama de las
ciencias, dedicándose al mismo tiempo, para pagar sus estudios, a dar
clases particulares, que lo obligaron a adquirir por sí mismo
conocimientos de literatura y filosofía.
Cursó luego en el Instituto Tecnológico
de Viena y años después recibió su doctorado en filosofía en le
Universidad de Rostock, Alemania.
En esa época (contaba 23 años) fue
llamado a Weimar para trabajar en los archivos de Goethe, donde preparó
la edición de la obra científica del famoso autor alemán. Más tarde, en
Berlín, colaboró en la edición de una revista literaria progresista y
ejerció como maestro en historia y ciencia en una escuela para obreros.
Desde muy temprana edad tuvo
experiencias directas de las realidades profundas que actúan por detrás
de los fenómenos físicos cotidianos, y buscó una comprensión científica
de la percepción e interrelación de estos dos reinos. Uno de sus
primeros libros, “La Filosofía de la Libertad”, aborda los dos problemas
fundamentales de la vida anímica humana: si el hombre, como ser dotado
de voluntad, puede llegar a ser realmente libre, y si existen elementos
de su naturaleza esencial que le sirvan de base para el conocimiento.
Alrededor del año 1910, en respuesta a
insistentes pedidos, comienza su actividad como conferencista, autor y
pedagogo, que lo lleva a la mayoría de los países europeos.
También en la
última etapa de su vida, siempre a partir de preguntas concretas que se
le formularon, da las indicaciones para una nueva pedagogía, una
ampliación de la medicina, una agricultura biológica-dinámica, una
arquitectura orgánica, un impulso renovador para las artes que incluye
la creación – junto con Marie Steiner – de la euritmia como el nuevo
arte del movimiento. Asimismo, de sus indicaciones nace un movimiento
para la renovación de la vida religiosa.
Pero una de sus preocupaciones centrales
fue la cuestión social, para la que propone, como imperioso desafío
para nuestro tiempo, avanzar hacia un orden nuevo basado en la
conformación ternaria del hombre y de la sociedad.
Trabajador infatigable, al morir estaba experimentando un medicamento a base de muérdago para curar el cáncer.
No hubo ámbito de la cultura humana al
que Rudolf Steiner no iluminara desde su conocimiento espiritual,
evidenciando que él no era un místico o, mucho menos, un excéntrico,
sino un científico que se atrevió a penetrar en los grandes misterios de
la vida.
La Antroposofía en el mundo
En las colinas de Dornach, muy cerca de
Basilea, Suiza, se alzan, muy familiares, las formas orgánicas del
“Goetheanum”, el edificio para la Escuela Superior Autónoma para la
Ciencia Espiritual, desde donde se coordina el quehacer antroposófico en
el mundo en sus diversas manifestaciones. Cuenta con una gran sala para
la representación de los Dramas Misterio, donde también se realizan
diversas representaciones artísticas y congresos, y lugar para
exposiciones y bibliotecas.
Muy cerca de allí, en Arlesheim, está el
centro terapéutico donde se inició el trabajo con la medicina
antroposófica. Diseminados en los cinco continentes, con fuerte
preeminencia en Europa, hay escuelas, clínicas, centros de arte y
artístico-terapéuticos, centros de estudios sociales, seminarios de
formación docente y terapéutica, granjas biológicas dinámicas, bancos y
otros emprendimientos ligados al impulso antroposófico.
Son muy conocidas en diversos países las
aldeas Camphill para niños que requieren de cuidados especiales, en
tanto que la pedagogía Waldorf, cuyas escuelas se multiplican en el
mundo, ha merecido el reconocimiento de la Unesco.
En Buenos Aires y sus alrededores,
además de escuelas y jardines de infantes Waldorf, hay centros de
pedagogía curativa para niños con dificultades así como centros
terapéuticos. Estos impulsos también están surgiendo en el interior del
país, donde además en diversos emprendimientos se cultivan campos con el
método de la agricultura biológica-dinámica.
Son iniciativas que quieren trabajar en
el mundo partiendo de los lineamientos legados por Rudolf Steiner,
mostrando que otros y nuevos caminos son posibles. Aquellos que se
acercan a ellos buscando algo nuevo para sí y para sus hijos, descubren
que no se trata de meras teorías sino que en esos caminos viven fuerzas
capaces de iluminar y fructificar todos los aspectos de la vida. fuente