Todos tenemos nuestra propia Leyenda Personal.
Es aquello que siempre has deseado hacer.
Todos hemos estado en contacto con la propia Historia Personal; y esa información está presente durante la adolescencia y la primera juventud; cuando nada parece imposible y no tenemos miedo a soñar. Pero a medida que transcurre el tiempo, vamos cediendo terreno a otras voces; y una fuerza misteriosa trata de demostrarnos que es muy difícil o casi imposible realizar la Historia Personal.
Entonces dejamos de creer en los propios sueños, de soñar y nos dejamos llevar por la rutina, las obligaciones y las cadenas que nos hemos labrado, olvidándonos que cumplir la Historia Personal es la única obligación de los seres humanos.
Reconoce los Ecos de tu Leyenda
Para ello, debes remitirte a las actividades y momentos plenos de su vida. Toma un tiempo para recordar todo lo que te gustaba y te gusta hacer, desde niñ@ hasta el presente. Date permiso para reconocer todo ello.
No necesariamente deben ser acciones con resultados tangibles: puede ser escuchar, contemplar, relajarse, mirar; e incluso las no valoradas por los otros, por no ser redituables o prácticas
No las juzgue con ojos de adulto. Busca las palabras claves que las definan
Anota todo lo que te viene a la memoria; aún las actividades que te parezcan triviales: pueden ser claves importantes, pues representan partes de tu vida y habilidades o recursos que pueden encontrar nuevas formas en el momento actual.
Por ejemplo, cosas que anhelabas hacer, aunque no las haya concretado.
Escribe todo aquello que definas tus gustos personales, pasiones y elecciones. Deja que la memoria despliegue su magia trayendo esos momentos.
Piensa en tu Visión
Es decir, aquello que quieres hacer, tu legado.
Considera la visión proyectándote en el futuro, de manera audaz y ambiciosa, pensando en grande. Es una acción en el mundo que sea beneficiosa para los otros; y no los objetivos puntuales (metas). Para distinguir la sustancial diferencia, ten en cuenta que:
Los objetivos, están relacionados con uno mismo, beneficios personales, reconocimientos, dinero, etc...
En cambio, la visión es siempre algo que termina impactando en la sociedad, que tiene beneficio comunitario o social. Pero no significa que estén desconectados de los beneficios materiales o la profesión. Personas muy exitosas han alcanzado sus propósitos por tener una clara visión de lo que querían lograr.
Para conseguirlo, debes viajar en el futuro a fin de responderte: ¿Que me gustaría estar haciendo en algunos años? ¿Que me causaría placer, que me haría sentir complet@, que me haría feliz?. Y es fundamental que puedas encontrar todas las respuestas necesarias sin condicionamientos ni razonamientos.
Ten presentes estos consejos mientras hace tu investigación personal. No tengas miedo de soñar y de reconocer tus sueños. Proyéctate, sueña, expande los horizontes y date todos los permisos.
Respóndete qué harías desde este lugar si contara con infinitos recursos e infinita colaboración. Hay que poder imaginar un futuro ambicioso. Si crees que no puedes lograr tus sueños, piensa en personas que han hecho cosas similares, o han llegado desde cero hasta la cima de lo que anhelaban.
Si no sabes cual es tu sueño, trabaja con palabras directrices. A veces no aparece una actividad concreta, o el modo de expresar lo que se desea hacer, pero sí aparecen las palabras claves: comunicar, sembrar, construir, enseñar, divulgar, etcétera. ¿De que se trata tu sueño?
Para saber qué debes hacer, dónde encontrar inspiración y de qué elementos están compuestos tus sueños, haz de conectar los puntos de la información que escribistes de tu pasado, sin mirar al futuro. Confía en que, de alguna manera, se conectarán en tu futuro.
Los elementos que componen nuestra Leyenda Personal son como las semillas de nuestra vida. Representan todas aquellas cosas que amamos hacer, que nos son fáciles, que nos dan placer, que nos hacen felices, que nos dan identidad. Y cuando proyectamos la Visión encontramos que estas semillas dieron frutos allí en el futuro. Lo que hagamos en la vida debe estar nutrido de eso que somos.
Lo que hay que saber
El juego del niño es el recurso del adulto. Busca en tus actividades infantiles las semillas de aquello que te define hoy. Es fuente de habilidades y recursos. Al comparar los elementos que anotastes de tu pasado con los que componen tu visión, encontrarás similitudes. Estas similitudes te darán el perfil de la Leyenda que buscas; es decir eso que amas.
Lo que hagas en la actualidad -tu misión- debe estar compuesto de esos elementos. Son tus rayos de vida personal; y -para entusiasmarte y ser tu sueño- debes tenerlos en cualquier actividad que despliegues.
Busca en toda la información que escribistes sobre las semillas y los componentes de tu leyenda personal. Allí está desde lo que quieres hacer y/o haces; pero también todo lo que puede convertirte en un ser único y original.
Por ejemplo, las mejores películas de Steven Spielberg se refieren a lo que hacia, leía y le interesaban de niño y de joven; aquellas que están más cerca de su identidad y forman parte de su leyenda personal.
Daniel Cuperman
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