LOS GRANDES SABIOS
Estos fueron los hombres de todos los
tiempos que se atrevieron a osar en los misterios ocultos del cosmos. No
fueron hombres distintos sino osados que retaron a la naturaleza aplicando
la ciencia y el dogma en su justo equilibrio; requisito indispensable para
la realización personal.
CORNELIUS AGRIPPA de NETTESHEIM (1486-1533/5)
Enrique Cornelio Agrippa de
Nettesheim fue amigo del abate Tritemo, que fue su maestro y corresponsal de Erasmo, de
Melachton y de la mayor parte de los mentalistas de su tiempo. Nacido en
Colonia enseño en Dola y en Pavia. Recorrió Italia, fue médico en Turín y
abogado en Metz. El Papa León X le llamaba "su amado hijo".
Según Agrippa la magia se
basa en tres disciplinas: la física de condición terrena, las matemáticas
que son celestiales y la teología que es la ciencias de los arquetipos.
Por el estudio de la
naturaleza el sabio llegará a conocer las piedras, y por el estudio de las
piedras descubrirá la esencias de las estrellas. El estudio de los
planetas le llevará al conocimiento de lo absoluto.
Los cuatro elementos,
el fuego, el agua, la tierra y el viento, mezclados aquí abajo existe
también en las estrellas pero en estado puro. La observación de las leyes
naturales, lanzadas por analogías y correspondencias de una parte en los
principios de la afinidad y enemistad de la otra, otorga al adepto la
omnipotencia mágica.
En el arte de los
talismanes y amuletos, que resulta inseparable por lo tanto, de la ciencia
de los números. Agrippa desarrolla este tema en su famosa Filosofía
Oculta.
En el plano iniciático, Agrippa, había fundado en el
comienzo del siglo XVI una comunidad de los magos que congrego a los
alquimistas y teósofos de la época. Hacia 1510 viajo a Inglaterra,
estableciendo una congregación idéntica con ayuda de Juan Collet. Del seno
de estas asociaciones habría nacido la Fraternidad de los Rosacruces
durante el siglo siguiente.
***
Médico y filósofo. Uno de
los sabios de su tiempo. Nacido en
Colonia y murió en 1583/5, enseña teología en Dóle, fue profesor en Pavía, después de
haberse doctorado en derecho y en medicina, y participa en el Concilio de
Pisa.
Tras haber tomado parte en muchos combates en Italia, fue abogado en
Metz, después médico de la familia de
Saboya, y finalmente historiógrafo del Emperador Carlos.
después de una existencia sumamente azarosa, en casa del receptor general
de Grenoble. Su talento fue el génesis de su desgracia. Era demasiado
instruido y erudito para su época.
Le acusaron de brujo y en más de una
ocasión hubo de huir al trote de una plebe exacerbada, ignorante y
belicosa, que le imputaba un sinnúmero de absurdos.
Los demonomaníacos
dicen que no se le puede representar sino de noche, como un búho, a causa
de la fealdad mágica, y no pocos historiadores aseguran que en sus viajes
pagaba a quienes le daban hospedaje con moneda muy fuerte y buena al
parecer, pero que a los pocos días se convertía en pedazos de cuernos, de
concha o de cuero.
Mientras enseñaba en Louvain, refiérese que uno de sus
alumnos, leyendo un libro de conjuros, fue ahogado por el espíritu maligno
y temiendo Agripa que sospechasen que hubiera sido él su asesino, ordenó
al diablo que entrase en el cuerpo del difunto y diese siete u ocho
vueltas por la plaza pública antes de dejarle.
Obedeció el maligno y el
joven cayó sin vida ante la multitud, siendo admitida su muerte como
defunción repentina. Compuso Agripa una obra de filosofía oculta que le
mereció la animadversión de los necios, algunos de los cuales, sujetos de
eminente rango, consiguieron expulsarle de Flandes, adonde no pudo volver
jamás.
Después de recorrer Italia, pasó por Dobe, instalándose finalmente en Lyon,
donde, sin poder alguno, empleó todo los medios posibles para vivir,
meneando lo mejor que podía la punta de su bastón, pero ganaba tan poco
que murió pidiendo limosna en Grenoble, aborrecido por todo el mundo y
detestado como un mago maldito porque aseguraban que, de continua, le
acompañaba el diablo en forma de perro negro.
León X le denominaba, “hijo muy querido”. lo que no impide a los dominícos
mantener feroces luchas con él y muchos tratarle de charlatán.
Fue un apasionado de la cábala y de la magia que, decía, permitía
comunicar “con las fuerzas de un plano superior para dominar las de
un plano inferior”.
Divide el macrocosmos en tres mundos, regidos
cada uno por una magia: física, astral y religiosa. Para alcanzar estas
magias, es preciso “morir para el mundo”.
Obra principal: De occulta philosophia.
Murió en Grenoble, en la miseria.
APOLONIO DE TRIANA
"Cuando os diga por ejemplo que el divino Apolonio de Triana fue
concebido sin operación de hombre alguno, y que una de las mas altas
Salamandras descendió para inmortalizarse con su madre, diréis que esta
Salamandra era un demonio (...). Apolonius no nació de un hombre, conoce
el lenguaje de los pájaros (...) resucita a una muchacha con la virtud de
la onomancia (...)" Conde de Gabalais.
Este Apolonio a quien el Conde de Gabalais
atribuye un origen tan curioso nació en Triana cuatro años antes que
Jesucristo. Neopitagórico convencido, no comía carnes ni ciertas
hierbas y se abstenía de beber vino. En el curso de sus numerosos viajes
(Italia, India, Babilonia, Etiopía, España) había realizado extraordinario
prodigios.
Taumaturgo, hubo de devolver la vida a una muchacha joven. Se ha
comparado muchas veces con J.C., siendo ambos profetas y taumaturgos, pero
uno permaneció pagano en tanto que el otro se convirtió en fundador de una
nueva religión triunfadora.
Según la leyenda, Apolonio
murió a los cien años. Otros dicen que desapareció y voló al cielo,
reencarnándose después, hacia el siglo XII bajo la forma del gran
alquimista Artephius. La vida de Apolonio de Triana ha sido relatado por
Filostrato (siglo II después de J.C.).
De su obra se destacan
Núctameron que resumido expresa:
Primera hora: en la
unidad, los demonios cantan los méritos de Dios pierden su malicia y su
cólera
Segunda hora: por el
binario los peces del zodiaco cantan los méritos de Dios, las serpientes
de fuego se enlazan en torno al caduceo y se tornan armoniosas.
Tercera hora: la
serpiente del caduceo de Hermes se entrelazan tres veces, el cancerbero
abre su triple boca y el fuego canta lo méritos de Dios con las tres
lenguas de rayos.
Cuarta hora: el alta
vuelve a visitar las tumbas. Es entonces cuando se encienden las mágicas
lámparas en los cuatro rincones de los círculos, es la hora de los
encantamientos y los prodigios.
Quinta hora: el
espíritu permanece inmóvil, ve que los monstruos infernales machan contra
el pero no les tema.
Sexta hora: la voz
de las grandes aguas cantan al Dios de las esferas celestes.
Séptima hora: un
fuego que da vida a todos los seres animados es dirigido por la voluntad
de los hombres puros. El iniciado extiende la mano y los sufrimientos se
apaciguan.
Octava hora: las
estrellas hablan; el alma de los soles corresponden al suspiro de las
flores, cadenas de armonía que hacen que todos los seres de la naturaleza
se correspondan
Novena hora: el
numero que no debe ser revelado.
Décima hora: es la
llave del ciclo astronómico y del movimiento circular de la vida de los
hombres.
Onceava hora: las almas de
los grandes genios se agitan con un ruido misterioso, vuelan de una esfera
a otra y llevan de mundo en mundo a los mensajeros de Dios.
Doceava hora: aquí
se consumen por el fuego de las obras de la luz eterna.
Las doce horas de
Núctameron están presididas por genios. Agreguemos que en el ritual
de apertura de las trabajos de la orden martinista (fundada por Papus) se
alude al cuadrante de Apolonio de Triana.
Estos son los pensamientos
de APOLONIO:
"No hay muerte de nadie,
sino sólo en apariencia, así como no hay nacimiento de ninguno, salvo en
lo exterior. El cambio de ser a devenir parece ser nacimiento.
El cambio
de devenir a ser, parece ser muerte, mas en realidad ninguno realmente
nace, así como ninguno realmente muere.
Es simplemente el hacerse visible
y luego invisible; la primera por la densidad de la materia, y la última
por la sutileza del Ser, Ser que es siempre el mismo, siendo su único
cambio el movimiento y el reposo".
ELIPHAS
LEVI (1810-1875)
Su verdadero nombre fue Alfonso Luis Constant,
recibió las ordenes menores (a la que se debe su título de Abate Constant)
antes de entregarse a la política y luego al ocultismo.
Hace pintura y
escribe panfletos de extrema izquierda, lo que le vale una temporada
en prisión. Es en esta época cuando descubre a Saint-Martin y a Swedenborg.
Encuentra a Ganneau y descubre la bipolaridad expansiva y comprensiva del
Universo. Por ultimo, se convierte en discípulo de Wronski.
En Londres donde se
refugia, se inicia en la rosacruz, estudia la Cábala, evoca a Apolonio de
Triana y se pregunta si el mismo no será una reencarnación de
Rabelais.
Tras regresar a París
cambia de nombre y adopta el seudónimo iniciatico de Eliphas Levi Zamed.
De aquí en mas la suerte estará echada. Eliphas Levi rompe sus vínculos
con Ganneau, Esquiros, Fourier.
Su admiración por Swedenborg declina; no
tiene mas que un maestro Wronski. Solo le queda una sola pasión: la
Cábala. Entre otras obras le debemos un Dogma y ritual de la alta
magia.
ELIPHAS LÉVI "ZAHED"
Cuando se indaga en la historia del ocultismo, hay muchos nombres e
innumerables obras, aunque sin duda si estudiamos el ocultismo del siglo
XIX hay un nombre que resalta por su gran aportación al ocultismo y
esoterismo moderno: Eliphas Lévi, cuyo nombre en realidad era Alphonse
Charles Constant (1810-1875).
Eliphas Lévi nació en París en 1810. Hijo de un zapatero, desde muy joven
se sintió atraído por la mística, y por eso ingresó en el Gran Seminario
de Issy, donde cursó estudios clericales. Como alumno aventajado en su
carrera clerical, pasó por el diaconato, para más tarde ser ordenado
sacerdote, aunque no lo fue mucho tiempo, ya que acabó expulsado por la
iglesia debido a sus ideas heréticas y por no haber mantenido el voto de
castidad.
En los años posteriores, Lévi sufrió en sus carnes la miseria tanto
material como espiritual y hastiado ingresó en 1839 en la abadía
benedictina de Solermes, creyéndose destinado a la vida monástica, aunque
sólo permanece interno durante un año, el tiempo suficiente para escribir
en secreto su primera obra, “La biblia de la libertad”, obra que fue
considerada como perniciosa y pecaminosa por la Audiencia de París y por
la que fue condenado a 11 meses de prisión, siendo liberado en abril de
1842.
A partir de su liberación, atraído por el ascetismo empieza a frecuentar
bibliotecas donde descubre con admiración los secretos del hermetismo,
estudiando a Martines de Pascually.
Ya adentrado en la magia y la masonería, es animado por el historiador
masónico Ragón a escribir una de sus obras más importantes, “Dogma y
ritual de alta magia”, la cual firma con dos letras hebreas, iniciales del
nombre que utilizaría a partir de este momento: Eliphas Lévi, el
equivalente hebreo a su nombre de nacimiento.
En marzo de 1854, llega a Londres donde conoce al rosacruz Sir Edward
Bulwer Lytton (autor de Zanoni), entre ellos crece la amistad y motivados
por su devoción por la magia se entregan juntos a experiencias místicas.
Lévi se retiró durante 21 días a un templo londinense, practicando la
meditación, acompañada de una estricta dieta vegetariana, y ayunando
durante dos semanas para al final aparecerse ante él el teúrgo Apolonio de
Tiana.
A partir de entonces su reputación de erudito y maestro crece rápidamente
y Lévi empieza a dedicarse a la alquimia y a atender consultas de tarot y
quiromancia. De 1865 a 1874, Lévi fue Imperator de una importante sociedad
secreta iniciática: Los Hermanos Mayores de la Rosacruz.
Entre otras cosas, la aportación de Lévi al ocultismo es su acierto en el
dibujo y la interpretación esotérica de Baphomet. Además, Lévi fue el
primero en adaptar el pentagrama invertido como símbolo material ante el
espiritual, del derecho.
Hizo dos ilustraciones del pentagrama. En la
primera, la derecha, dibujó a un hombre dentro de las cinco puntas de la
estrella simbolizando cada uno de sus miembros con uno de los cuatro
elementos -tierra, aire, agua y fuego-, estando la cabeza representada por
el espíritu, los nombres Adán y Eva escritos dentro de la estrella y las
letras hebreas correspondientes a la palabra Yeshua a su alrededor. Al
dibujo, lo llamó “El Hombre Microcósmico”.
En la ilustración del pentagrama invertido, Lévi dibujó dentro de la
estrella la cabeza de Baphomet, los nombres de Samael y Lilith dentro de
ella y la palabra Léviatán alrededor. Al interpretar ambos pentagramas
formó por primera vez una diferencia entre el simbolismo humano-material y
el divino-espiritual. También aportó estudios sobre los 22 arcanos mayores
del tarot, asociándolos a las letras del alfabeto hebreo y a sus aspectos
divinos.
Además de las obras ya citadas, Lévi dejó otras obras de gran importancia
para el esoterismo y el ocultismo, tales como “Historia de la magia”, “La
magia trascendental” o “La llave de los misterios”, entre otras. Sus obras
influenciaron a otros grandes ocultistas como Aleister Crowley, quien
proclamó ser la reencarnación de Lévi.
Eliphas Lévi, cabalista, rosacruz y
masón, hizo de sus escrituras su vida y de su vida magia, siendo sin duda
uno de los ocultistas más importantes del siglo XIX. Lévi falleció en 1875
a la edad de 65 años, no sin antes dejar un importante legado para los
amantes del ocultismo.
El verdadero nombre de este cabalista era Alphonse Luís Constant. Nace en
París en 1810 y fallece a los sesenta y cinco años de edad en 1875; alumno
brillante es admitido en el Gran seminario de Issy, regido por
Sulpicianos, y donde es Iniciado discretamente hacia el estudio de la
Magia.
El seminarista fue admitido al diaconato y en 1816 sería ordenado
sacerdote, abandonando al poco tiempo el seminario. Conoce la miseria y al
cabo de algunos meses de angustia material y espiritual se cree destinado
a la vida monástica.
Marcha en 1839 a la abadía benedictina de Solesmes y
permanece solo un año, escribiendo a escondidas su primera obra “LA BIBLIA
DE LA LIBERTAD”; considerada como sediciosa es condenado por la Audiencia
de París a once meses de prisión, siendo liberado en abril de 1842.
Subsistiendo gracias a las canciones que escribía, Constant, claramente
atraído por el ascetismo, frecuenta las bibliotecas donde descubre con
embeleso los tesoros del hermetismo.
Estudia a Jacob Bohna, Martines de
Pasqually, Fabre d´olivet y otros. Animado por Ragón, el historiador
masónico, Constant publica en forma de fascículos su primera gran obra
“DOGMA Y RITUAL DE ALTA MAGIA” que firma con dos letras hebreas, iniciales
del nombre que a partir de entonces utilizaría: ELIPHAS LEVI.
Llega a
Londres en la primavera de 1854, donde superiores desconocidos le conducen
cerca de un rosacruz, Sir E. Bulwer Lyton, (autor de “ZANONI”), y en su
compañía se entrega a experiencias teúrgicas. Tras un retiro de 21 días en
un templo Londinense, se le aparecen dos entidades, un misterioso Joannes
y el teúrgo Apolonio de Tiana. Recibe de ellos enseñanzas, una parte de
las cuales difundirá él en sus libros, pero guarda la parte esencial para
comunicaciones secretas a sus raros discípulos.
Su reputación de erudito y
maestro crece aceleradamente. Se dedica a experiencias alquímicas y
atiende consultas de tarot y de quiromancia. Eliphas Levis fue desde 1865
a 1874 Imperator de una sociedad secreta de un elevado valor Iniciático :
LOS HERMANOS MAYORES DE LA ROSA CRUZ.
El sucesor de Eliphas Levi, tanto en
la Societas Rosicrucian in Anglia (SRIA), como al frente de los hermanos
mayores de la rosa cruz, fue William Wynn Westcott (1874-1892) uno de los
miembros fundadores de la GOLDEN DAWN. La influencia de Eliphas Levi es
considerable y sigue creciendo.
Su obra ha suscitado y aún suscita
reacciones fervientes de numerosos ocultistas. Como dice Víctor Emile
Michele:
OBRAS MÁS FAMOSAS:
Dogma y ritual de alta magia; la clave de los misterios; Historia de la
magia; leyendas y símbolos; la ciencia de los espíritus; el libro de los
esplendores; los misterios de la kábala y curso de filosofía oculta.
LEVI Éliphas (1810-1875)
Alphonse-Louis Constant, hijo de un zapatero remendón, fue
un autodidacta presuntuoso: mal canzonetista, como pintor uno entre
tantos, poeta mediocre, diácono exclaustrado antes de la ordenación,
encarcelado varias veces por anarquía.
En julio de 1854, en Londres, evoca el espíritu de Apolonio de Tyana, se
consagra a la cábala y se compromete con la Rosa-Cruz inglesa. Encuentra
al polonés Wronski, inventor del prognómetro o máquina de predecir.
Vuelto a París, se titula « magista » bajo el nombre de Eliphas Lévi Zamed,
y edita “La Revue philosophique el religieuse” en la que colaboraron
Michelet y Littré y que fue prohibida en l858.
Publica a continuación el “Dogma y el Ritual de la alta
Magia” e inicia por correspondencia a los discípulos afortunados. Su
“llave de los grandes Misterios” fue juzgada extravagante por la
oficialidad de París. Se ha presentado a veces en reencarnación de
Rabelais y Alesteir Crowley decia ser su reencarnación.
JOHN DEE (1527-1608)
Descubrió un alfabeto mágico que los nigromantes todavía comprenden
poco, pero al que temen y respetan por su poder para desatar las fuerzas
elementales más fantásticas.
Este sabio llamo a su sistema
Las claves o
cifrfas de Enoch, dándole el nombre del profeta Enoch, quien "había
caminado con Dios y no se le halló" (Hebreos 11,5).
Lo había recibido por
conducto de su medium Edward Kelly (aka Tabot), quien tras escudriñar en
un cristal o piedra de mirar que era propiedad de su maestro astrólogo
adivinó los signos que llegó a percibir en sus difusas profundidades.
Todas las palabras del alfabeto de Enoch que Dee
afirmaba haber recibido de una fuente supraterrenal le habían sido dadas
una a una, de atrás hacia adelante.
El espíritu que le había transmitido
el alfabeto había atribuido tal proceder al gran poder de las fuerzas
mágicas que animaban a ese alfabeto, ya que, si las letras se hubiesen
dado en el orden correcto, se abría podido desatar, y por lo tanto causar,
una indescriptible catástrofe.
Cada palabra representaba un nombre
desconocido hasta ese momento de Dios, de sus ángeles y de los espíritus
elementales, y Dee copio las palabras utilizando para ello un cifra a fin
de ocultar una vez más el significado a los no iniciados. Mas tarde
elaboró esta cifra y creo cinco cuadrantes o tabletas de Enoch o
enoquianas.
Los ocultistas aun hoy,
todavía insisten en que las cifras enocianas son llaves para abrir las
puertas astrales de otra dimensión que estaría mas allá de las
limitaciones normales del tiempo y del espacio.
Y que si se llegará a
abusar de ellas en cualquier forma, esas tabletas elementales pueden
liberar poderes de gran potencia destructiva que operarían por medio del
elemento que está representado en cualquier tableta. Se cuenta de
incendios repentinos que estallan de cañerías que revientan o de pisos que
se hunden como resultado del manejo inexperto de la magia enóquica.
Como las personas que se
dedican con entusiasmo a las prácticas del ocultismo tienden a ser un
tanto curiosas el relato que a continuación se publica explican los que
puede pasar con el "divertirse con la magia de Enoch".
Haciendo la
salvedad de que el operador se haya hecho volar en mil pedazos astrales,
¿a que mundo accedería por la evocación cuidadosa de las palabras de poder
enóquicas?
A continuación se describen las experiencias que puede esperar
el mago una vez que las fuerzas enóquicas han sido convocadas.
Verá los hermosos
colores que matizan estos nombres enóquicos) sentirá la fuerzas que de
ellos emanan y se sentirá transportado hacia un mundo desconocido que hace
muchísimo tiempo abandono esta tierra.
Caminará por las extensas praderas
y las altas montañas de un antiguo y extraño reino en el que cruzan
caballos de ojos rojos montados por dioses singulares, cubiertos de capas
de colores puros. Verá levantarse al sol por entre oscuras montañas para
iluminar el cielo de oro y violeta.
Theophrastus von Hohenheim
(Paracelso)
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PARACELSO Théophrast Bombast von Hohenheim (1493-1541)
Nacido en Suiza, en Einsielden. Debió hacer los estudios de medicina en
Ferrara. Muy pronto, ataca a los médicos. Viaja muchísimo.
Conferenciante en la Universidad de Basilea, escandaliza por su
inconformismo, criticado por médicos y boticarios.
Gran mago, habría trabajado la alquimia con el abate Jean de Tritheim:
empleando el imán, fue un precursor del magnetismo y de Mesmer. Predicando
la omnipotencia de la fe, denostaba a Lutero.
Renovando la medicina,
predica la comprensión de la naturaleza, el estudio de los remedios
(teoría de las « signaturas » base de la homeopatía divulgada
ulteriormente por Hahnemann) la observación clínica, la patología general
(en su “Paraminum”).
Philipus Aureolus Theophrastus Bombastus von Hohenheim, llamado
Paracelso, médico muy conocido en la vieja Europa, muere en Salzburgo el
21 de septiembre de 1551. Es muy conocido por la práctica de la medicina
natural y por la cura por medio de la alquimia y los símbolos del zodiaco
del que es creador de un sistema especial de talismanes.
Alquimista y
mago, Paracelso difundió notablemente sus obras en varios tratados entre
los que se destacan El libro de las ninfas, silfos y de los demás
espíritus de la naturaleza, sobre este tema en particular se dice que
muchas de las fantasías de Disney, fueron inspiradas en Paracelso.
Este libro es el primero que describe con precisión los espíritus ocultos
de la naturaleza.
La siguiente frase extraída del mismo define muy bien
esta cuestión: "no solo conocemos muy bien la creación de todas las cosas
naturales, sino que somos también conscientes de ellas, así como todo
cuanto Dios ha creado, por lo que cada nación reconoce lo que es propio,
lo que en ella existe y crece al igual que todo hombre tienen conciencia
de si mismo, por lo tanto está en posesión de un oficio y tiene
experiencia en los asuntos de su incumbencia.
De esta suerte sabemos que
todas las criaturas creadas por Dios, nada hay oculto, nada que no le sea
conciente al hombre o de lo que no pueda llegar a tener conciencia.
FRANCIS BACON
Francis Bacon ha sido una de
las personas que más ha contribuido a la transmisión de la sabiduría
interior, siendo considerado por muchos como padre de la ciencia moderna
por cuanto fue promulgador del empirismo, o comprobación
experimental.
Insigne Rosacruz, es considerado por muchos
como el autor secreto de las obras de William Shakespeare, siendo muchos
los indicios de que tal posibilidad es muy digna de tenerse en cuenta, por
cuanto que las obras atribuidas a Shakespeare están escritas en un
lenguaje criptográfico, en el que aparecen las marcas de Francis
Bacon.
Este retrato, cuyo grabado original se
encuentra en la Sede Soberana de la Orden Rosacruz, cuando se superpone
sobre el retrato de William Shakespeare, se obtienen asombrosas
coincidencias y similitudes que dan que pensar sobre la realidad de dicha
posibilidad.
ROGER BACON
(1214-1294)
Nacido en Ilchester en el Condado de Somerset. Se hizo matemático en París, y
después franciscano en Oxford. De una ciencia universal, fue el primer europeo
en controlar las bases de la química en su “Espejo de la Alquimia”. Sólo se
fiaba de la experiencia.
Una leyenda inglesa le atribuye también la creación de un misterioso androide.
En su “Tratado de las obras secretas de la naturaleza y del Arte”, predice las
invenciones que habrán de realizarse (volar por los aires, puente colgante,
coche sin caballos, etc.) pero esta obra le cuesta prisión por brujería. El papa
Clemente IV le libra de ella.
EMANUEL SWEDENBORG
(1688-1772)
Retrato de Swedenborg a los 80 años (1768)
Óleo sobre lienzo de Fredrik Bränder (Nordiska Museet,
Estocolmo)
Emanuel Swedenborg, científico, filósofo y autor de
gran número de obras religiosas, es uno de los suecos de renombre
internacional.
Honoré de Balzac llegó hasta llamarle el Buda de los países
nórdicos. Swedenborg, que vivió varias décadas en el extranjero, en
Amsterdam y Londres, tuvo fuertes vivencias religiosas y consideró que podía
dar cuenta de vislumbres tanto del cielo como del infierno.
Los discípulos
congregados a su alrededor en Londres fundaron, algunos años después de su
muerte, la Nueva Iglesia, que posteriormente, tuvo nuevas comunidades en
Inglaterra, Estados Unidos y Australia, entre otros países.
Su obra ha sido
traducida a 30 idiomas, y la Sociedad Swedenborg de Londres ha asumido la
tarea de lograr que no se olvide al místico sueco. Se considera que, además de
Balzac, ha influido en muchos autores, entre otros, Baudelaire, Strindberg y
Yeats.
Tercer hijo de un obispo luterano ennoblecido por la reina
Ulrika Eleonora, nació en Estocolmo en 1688. En 1709 se graduó en la
Universidad de Upsala y en 1716 fue nombrado asesor del Real Colegio de Minas.
Una sustanciosa herencia le liberó de las ataduras de una vida funcionarial,
permitiéndole convertir en realidad los proyectos filosóficos y científicos
que bullían en su cabeza. Fueron saliendo así paulatinamente de prensa en
Upsala, Leipzig, Dresde, La Haya, Amsterdam y Londres, sus tratados
científicos (Principios de las cosas naturales, La organización del
reino del alma, El reino del alma, Psicología racional..)
En
torno a 1774 una extraña crisis (que muchos califican de religiosa)
interrumpía la brillante carrera científica de Swedenborg, transformándole
súbitamente en un tránsfuga de la ciencia.
De esta época datan obras que se
consideran textos puente entre ambas etapas de su producción (El libro de
los sueños, físico y filosófico). Sus publicaciones a partir de 1745 son
extrañas obras visionarias, filosóficas, teológicas y místicas (Los arcanos
celestes, Apocalipsis revelado, El Último Juicio y la Babilonia
destruida, El Caballo blanco...) en las que trata de superar toda
dicotomía radical entre mundo científico y mundo filosófico-teológico,
extrapolando las categorías del saber científico a la esfera espiritual.
En
esta segunda etapa se amalgaman inquietudes religiosas y metafísicas,
cuestiones de hermenéutica bíblica y los mismos problemas científicos que con
anterioridad suscitaban su interés, solo que ahora ransformados por la
experiencia mística.
Con todos estos elementos Swedenborg construye un sólido
sistema de una gran coherencia interna que ejercería una notable influencia
(teológica y literaria) en el romanticismo, simbolismo y otras corrientes
posteriores.
Editor y redactor de la primera revista sueca sobre
tecnología y ciencia (Daedalus hyperboreus), fue, además, miembro de la
más temprana sociedad científica de su país (Collegium curiosorum),
corresponsal de la Academia Imperial de las Ciencias de San Petersburgo,
académico de la Real Academia Sueca de las Ciencias a propuesta de Linneo y
diputado en la Cámara de los Nobles del Parlamento sueco.
Viajero infatigable,
recorrió gran parte de Europa en un total de once viajes y veintidós años
fuera de su país. Murió en Londres en 1772, a los 84 años de edad.
La recepción de Swedenborg desde entonces ha sido desigual.
Tras una primera época en la que ningún hombre culto ignoró a Swedenborg y sus
obras fueron traducidas a numerosos idiomas, a comienzos del siglo XX, el
positivismo y el materialismo colapsan el interés por Swedenborg y la opinión
sobre él cambia de signo.
Dictámenes freudianos le declaran perturbado, e
incluso la propia Suecia le vuelve las espaldas, hasta que en 1973 nuevos
estudios invierten estas tendencias negativas, convirtiendo en realidad el
pronóstico formulado a mediados del siglo XIX por Carlyle: Swedenborg es
como una luz cuyo brillo no cesa de crecer.
La reconquista de los dominios metafísicos fue iniciada por un sueco nacido
en Estocolmo en el año de 1688: Emmanuel Swedenborg.
Estudió en la Universidad
de Upsala. Viajó por Inglaterra y otros países europeos, donde fue reconocido
como importante hombre de ciencias por sus tratados de Mineralogía, Anatomía y
Fisiología —fue quién primero demostró la función de los pulmones—. Asimismo,
anticipó opiniones y descubrimientos en Astronomía —origen solar de la Tierra—
y Química Atómica. El Rey de Suecia lo nombró Asesor de la Junta de Minas.
En 1743 este apacible y dedicado científico recibió una llamada divina —
"su iluminación"—, para consagrarse al mercadeo de las tierras divinas, en una
carta a su amigo Harvey —estudioso de la circulación sanguínea— dice:
"He sido llamado a una función por el propio señor, que se ha manifestado
en persona ante mí, su servidor. Y me ha abierto la vista para que vea en el
mundo espiritual, me ha concedido hablar con los espíritus y los ángeles.
La
visión duró alrededor de un cuarto de hora. Aquella noche los ojos de mi
hombre interior fueron abiertos y se hicieron capaces de ver en los Cielos, en
el Mundo de los Espíritus y en los Infiernos".
A partir de esa fecha, Swedenborg se consagró a publicar los relatos de sus
viajes por las geografías etéreas — Arcana Caelestia (1756), De Nova
Hierolosyma (1758), Apocalipsis revelata (1766), Vera Christiana Religio
(1771)—, debiendo publicarlos bajo sus expensas o con el auxilio del Duque de
Brunswick o de algún otro príncipe de Dresden, Amsterdam o Londres, ciudad en
la cual murió el 29 de marzo de 1772, no sin antes haber dejado fundada la
peculiar Iglesia de la Nueva Jerusalén.
La Arcana Caelestia, publicada en ocho volúmenes, analiza el sentido
universal de los libros del Génesis y del Exodo. En este texto, el sueco
afirma que el mundo de los espíritus tiene la forma de un Gran Hombre donde
ingresan seres vivos de todos los planetas de la galaxia.
La sumatoria de los
espíritus crea un Hombre Máximo que contiene, proporcionalmente, a cada una de
las almas que temporalmente allí habita.
De igual manera, cada espíritu es
ubicado según sus características, estado de ánimo y disposición moral. En
cuanto a la apariencia del mundo espiritual: "... Se ven en él llanuras, montañas y colinas separadas por valles, así
como lagos y cursos de agua....
Tan grande es la similitud entre el mundo
espiritual y el mundo natural que el hombre, después de la muerte, está
persuadido de que sigue en el mundo en que nació y que acaba de abandonar.
De
aquí que los recién llegados digan que la muerte es sólo una transición de un
mundo a otro que es parecido" (Cielo e Infierno, núm. 582).
Nadie, según le contaron los ángeles a Swedenborg, es obligado a ir al
Cielo o al Infierno, al contrario, ambos sitios están abiertos para todos,
pero la personalidad del elector determinará su comodidad en el sitio
escogido.
Ahora bien, en el infierno la crueldad es controlada por Dios a
través de sus Angeles, porque Él no desea que exista un mal superior al que
existe en la Tierra.
El Infierno del autor sueco es muy parecido al expuesto
por Valentino en su evangelio aparentemente apócrifo.
Lo más relevante en el
averno de Swedenborg son los cotidianos golpes de estado, de allí que no sea
gobernado por el Diablo como tal, sino por una infinita sucesión de espíritus
malignos que van del cargo más elevado al de simples servidores.
Swedenborg, meticuloso y verosímil en sus observaciones, nos detalla la
apariencia de los Cielos e Infiernos, los ropajes de los ángeles, las
distintas sociedades que los conforman, los diversos roles desempeñados por
ángeles y demonios. Por ejemplo, nos relata que en el cielo no existen
ancianos, porque las personas van rejuveneciéndose a medida que progresan.
Ralph Waldo Emerson nombra a Swedenborg como el "último Padre de la
Iglesia", y lo elogia por las semejanzas esenciales que utiliza para referir
las correspondencias de ambos mundos.
En cambio, Inmanuel Kant, molesto por
haber comprado los ocho volúmenes de la Arcana Caelestia, lo considera el "archifantasioso
de todos los fantasiosos", crítica su "estilo vulgar" y lo acusa de lunático.
Por su parte, William Blake, inicialmente seguidor desmedido del sueco, lo
ataca por su prosa inflada, su convencionalismo y su escasa imaginación. En
nuestro siglo, Jorge Luis Borges nos presenta al místico como un ser curioso y
extraño, casi literario...
Más allá de creer o no en las visiones de este contemplativo, podría
afirmarse que Emmanuel Swedenborg nos legó un detallado mapa psicológico por
cuyos senderos, de voluntad e inteligencia trabajada, podemos arribar a
regiones del todo consustanciales con las mudables exigencias de nuestro
temperamento.
Hijo de un obispo luterano, nació en Estocolmo en 1688. Doctor en teología
por la Universidad de Upsala, a los 21 años, trabaja en Inglaterra con Newton,
y después en Noruega.
Se consagra al ocultismo desde el 7 de abril de 1744, a
consecuencia de una visión nocturna de un mago que le dicta una misión, y se
dice en contacto con los espíritus de Virgilio y de Lutero.
En 1757, declara
haber visto el juicio final, y desde 1759, pretendió poseer videncia bajo
auto-hipnosis.
Escribió 17 tratados. Su “De Caelo” o “Sobre el cielo y sus maravillas”, y
“Sobre el Infierno”, según cosas vistas y escuchadas, aparecido en Londres en
1758, es el antepasado del espiritismo, que él llama pneumatología. Sus
teorías tuvieron un enorme éxito en Escandinavia y entre los Rosa-Cruz.
Fue
también uno de los precursores del hipnotismo puesto que recurría a la
auto-hipnosis para facilitar sus videncias.
Murió el 29 de marzo de 1772, en Londres, en la fecha anunciada por él.