EL SEXO EN LA BIBLIA:
SANTOS Y PECADORES
SANTOS Y PECADORES
Las sagradas escrituras resultan a veces desconcertantes.
Se trata de una colección de libros que contienen violaciones, abusos sexuales, "quítate tú para ponerme yo", amores ilícitos, exhibicionismos, incestos, un poco de amor gay y una obsesión con la circuncisión.
El incesto: Lot es seducido por sus hijas
En la Biblia, Lot, el sobrino de Abraham, vivía en Sodoma, una ciudad tan llena de pecado que incluso quisieron violar en plena calle a los enviados de Dios. Los ángeles lograron vencer a la muchedumbre, pero Dios decidió destruir a la ciudad y a la vecina Gomorra allí mismo. Tan sólo se salvaría Lot, su mujer y sus dos hijas, que no tienen nombre en la Biblia.
A la mujer de Lot se le ordenó no mirar atrás, pero lo hizo y se convirtió en un poste de sal. El recién enviudado Lot se instaló en una cueva con sus hijas, que al verse solas y creyendo que eran las únicas que quedaban en el mundo, decidieron emborrachar a su padre y tener relaciones con el ebrio anciano para poder tener hijos.
"Al día siguiente dijo la mayor a la pequeña: "Mira, yo me he acostado anoche con mi padre. Vamos a propinarle vino también esta noche, y hoy entras tú a acostarte con él; así engendraremos de nuestro padre descendencia".
─ Génesis 19:34.
"Las dos hijas de Lot quedaron encinta de su padre. La mayor dio a luz un hijo, ye le llamó Moab: padre de los actuales moabitas. La pequeña también dio a luz un hijo, ye le llamó Ben Ammí: es el padre de los actuales ammonitas".
─ Génesis, 19:36-38.
La violación de Dina y la circuncisión masiva
La Biblia cuenta, en Génesis 34, que Jacob vivía con su familia entre los jivitas, un pueblo pagano, pero pacífico.
"Dina, la hija que Lía había dado a Jacob, salió una vez a ver a las mujeres del país. Siquem, hijo de Jamor el jivita, príncipe de aquella tierra, la vio, se la llevó, se acostó con ella y la humilló. Su alma se aficionó a Dina, hija de Jacob, se enamoró de la muchacha y trató de convencerla. Siquem dijo a su padre Jamor: "Tómame a esta chica por mujer".
─Génesis 34:1-4
Los hijos de Jacob fueron a hablar con Siquem, que al parecer tenía verdadera devoción por la sometida Dina. Pusieron una extraña condición: que los jivitas se cortaran el prepucio. Todos.
"No podemos hacer tal cosa: dar nuestra hermana a uno que es incircunciso, porque eso es una vergüenza para nosotros. Tan sólo os la daremos a condición de que os hagáis como nosotros, circuncidándose todos vuestros varones".
─Génesis 34:14-15
La historia parece que va a acabar como una versión pacífica y positiva de Romeo y Julieta, pues Siquem convenció a todos los varones que se circundaran en una ceremonia masiva en su ciudad.
Sin embargo, las intenciones de los hermanos eran otras y la historia no acabó nada bien para Siquem.
"Pues bien, al tercer día, mientras ellos estaban adoloridos, dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, blandieron cada uno su espada y entrando en la ciudad sin peligro mataron a todo varón. También mataron a Jamor y a Siquem a filo de espada, y tomando a Dina de la casa de Siquem, salieron".
─Génesis 34:25-28.
Cuando Jacob recriminó a sus hijos, replicaron ellos: "¿Es que iban a tratar a nuestra hermana como a una prostituta?"
La telenovela de Judá y Tamar
En hebreo, yibbum es la práctica bíblica de que si el hermano casado muere, su hermano menor debe tomar el lecho con su cuñada hasta que se quede embarazada. Pero entonces, se pretendía que el hijo era del difunto, y el hermano que verdaderamente engendraba al niño perdía sus derechos. Esto también se conoce como el matrimonio levirato.
Este fue el caso extremo de Judá, cuyo hijo Er se casó con Tamar. Algo malo debió hacer Er, sin embargo, pues Dios lo mató.
Entonces Judá dijo a su hijo Onán: "Cásate con la mujer de tu hermano y cumple como cuñado con ella, procurando descendencia a tu hermano."
─ Génesis 18:8
A Onán no le pareció muy bien la idea, y aunque "si bien tuvo relaciones con su cuñada, derramaba a tierra, evitando el dar descendencia a su hermano".
El coitus interruptus no agradó a Dios, y también mató a Onán. Entonces dijo Judá a su nuera Tamar: "Quédate como viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Selá."
Pasaron los años, Judá enviudó y Tamar se veía que el tiempo pasaba. Ni corta ni perezosa, se disfrazó de prostituta, sedujo a su suegro (sin que éste se diera cuenta que estaba "sembrando" con su propia Nuera).
Judá no tenía con qué pagar a Tamar por sus servicios. Mientras le enviaba el pago (un cabrito), Tamar exigió de prenda su sello, su cordón y el bastón que tenía Judá en la mano.
"Como a los tres meses aproximadamente, Judá recibió este aviso: "Tu nuera Tamar ha fornicado, y lo que es más, ha quedado encinta a consecuencia de ello." Dijo Judá: "Sacadla y que sea quemada."
Pero cuando ya la sacaban, envió ella un recado a su suegro: "Del hombre a quien esto pertenece estoy encinta", y añadía: "Examina, por favor, de quién es este sello, este cordón y este bastón."
Judá lo reconoció y dijo: "Ella tiene más razón que yo, porque la verdad es que no la he dado por mujer a mi hijo Selá." Y nunca más volvió a tener trato con ella.
─ Génesis 38:24-26
Al parecer, Judá era muy fértil pese a su edad, pues Tamar dio a luz a dos mellizos.
Y ocurrió que, durante el parto, uno de ellos sacó la mano, y la partera le agarró y le ató una cinta escarlata a la mano, diciendo: "Este ha salido primero."
Pero entonces retiró él la mano, y fue su hermano el que salió. Ella dijo: "¡Cómo te has abierto brecha!" Y le llamó Peres. Detrás salió su hermano, que llevaba en la mano la cinta escarlata, y le llamó Zéraj.
─ Génesis 38:28-30.
Cuando casi violan a José
El capítulo 39 de Génesis cuenta que José fue vendido en esclavitud a Pitufar, un eunuco de la corte del Faraón de Egipto. Poco después, la mujer de Pitufar quiso seducir a José. El casto muchacho se negó, y la mujer empezó una campaña de asedio y seducción que no dio resultado.
Y entonces la mujer decidió tomar al toro por los cuernos:
Hasta que cierto día entró él en la casa para hacer su trabajo y coincidió que no había ninguno de casa allí dentro. Entonces ella le asió de la ropa diciéndole: "Acuéstate conmigo." Pero él, dejándole su ropa en la mano, salió huyendo afuera.
La mujer entonces acusó a José de quererla seducir, y José fue preso.
Aunque después José se convirtió en virrey de Egipto, le tocó vivir otro episodio nada agradable. Cuando Israel, el padre de José agonizaba, le hizo jurar al muchacho que no lo iba a enterrar permanentemente en Egipto, sino que algún día le daría sepultura en Palestina.
Lo único que claro, en aquel entonces cuando los hombres juraban, se ponían la mano en sus testículos (de ahí testimonio).
Israel le pidió a su casto hijo que "Si he hallado gracia a tus ojos, pon tu mano debajo de mi muslo y hazme este favor y lealtad: No me sepultes en Egipto".
Jefté sacrifica a su hija virgen
Jefté era un guerrero que fue encargado para pelear contra los ammonitas. Una especie de mercenario, tenía devoción por su hija, a la cual la Biblia no le pone nombre.
Por si las moscas, camino al campo de batalla, Jefté hizo una extraña promesa a Dios: "Si entregas en mis manos a los ammonitas, el primero que salga de las puertas de mi casa a mi encuentro cuando vuelva victorioso de los ammonitas, será para Yahveh y lo ofreceré en holocausto."
─ Jueces 11:30-31.
Jefté fue victorioso, pero cuando llegó a su casa, la imagen le hizo palidecer: ¡su propia hija salió a recibirla bailando con panderetas!
Al verla, rasgó sus vestiduras y gritó: "¡Ay, hija mía! ¡Me has destrozado! ¿Habías de ser tú la causa de mi desgracia? Abrí la boca ante Yahveh y no puedo volverme atrás".
─Jueces 11:35
Aunque todo tuvo un ribete trágico, de repente la hija de Jefté (que aceptó con gusto su propio sacrificio), hizo una petición rara en un episodio bíblico bastante extraño de por sí:
"Que se me conceda esta gracia: déjame dos meses para ir a vagar por las montañas y llorar con mis compañeras mi virginidad."
"Vete." Y la dejó marchar dos meses. Ella se fue con sus compañeras y estuvo llorando su virginidad por los montes. Al final, volvió y murió a manos de su padre.
Los sabios bíblicos se rascan la cabeza con este episodio tan poco común, y algunos especulan que la hija era miembro de un culto sexual que idolatraba a los dioses paganos. Pero por ahora, eso se ha quedado en pura especulación.
Los violadores de Guibeá se salen con la suya
Un sacerdote judío se peleó con su amante, y ésta se fue a Belén a casa de su padre. El joven levita se arrepintió, y fue a recogerla para hacer las paces. En el camino de regreso a casa, se hospedaron en Guibeá, en una zona que controlaba la tribu israelita de Benjamín.
En ese pueblo, un anciano hospedó a la pareja y su criado, y entonces casi se repitió la escena de Sodoma:
Los hombres de la ciudad, gente malvada, cercaron la casa y golpeando la puerta le dijeron al viejo, dueño de la casa: "Haz salir al hombre que ha entrado en tu casa para que lo conozcamos."
─Jueces19:22
El sacerdote, sin embargo, no era muy valiente: Entonces el hombre tomó a su concubina y se la sacó fuera. Ellos la conocieron, la maltrataron toda la noche hasta la mañana y la dejaron al amanecer. Llegó la mujer de madrugada y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su marido; allí quedó hasta que fue de día.
El joven montó a su concubina en el asno, y regresó a su pueblo en las montañas.
Llegado a su casa, agarró un cuchillo y tomando a su concubina la partió miembro por miembro en doce trozos y los envió por todo el territorio de Israel.
– Jueces 19:20
El joven logró que se hiciera una asamblea, que condenó a muerte al pueblo de Guibeá. Pero como el pueblo era parte de la tribu de los benjamitas, éstos decidieron defenderse. Casi todos los hombres fueron exterminados, salvo 600 guerreros que se refugiaron en la Peña de Rimmón.
Los israelitas de repente se dieron cuenta que estaban a punto de exterminar a una tribu de Israel, y entonces se arrepintieron, llegando a una macabra conclusión: como la gente de Yabés de Galaad no había enviado a ningún guerrero, mandaron matar a todos los hombres de ese pueblo, y las doncellas fueron dadas a los sobrevivientes benjamitas.
El capítulo de Jueces termina así: "Por aquel tiempo no había rey en Israel y cada uno hacía lo que le parecía bien".
No sólo Goliat fue tumbado por David
David es uno de esos personajes bíblicos que aunque hace actos que actualmente serían calificados de barbaridades, nunca pierde la popularidad ante Dios.
Primero, David se hizo muy pero que muy amigo de Jonatán, el hijo del rey Saúl.
En acabando de hablar David a Saúl, el alma de Jonatán se apegó al alma de David, y le amó Jonatán como a sí mismo. Le retuvo Saúl aquel día y no le permitió regresar a casa de su padre. Hizo Jonatán alianza con David, pues le amaba como a sí mismo. Se quitó Jonatán el manto que llevaba y se lo dio a David, su vestido y también su espada, su arco y su cinturón
─ I Samuel 18 (1-4).
Jonatán murió después en una batalla, y David se lamentó así:
¡Jonatán! Por tu muerte estoy herido, por ti lleno de angustia, Jonatán, hermano mío, en extremo querido, más delicioso para mí tu amor que el amor de las mujeres.
─ II Samuel 1
David intentó buscar otras delicias entre las mujeres, y por intentar no se quedó corto.
Un atardecer se levantó David de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa del rey cuando vio desde lo alto del terrado a una mujer que se estaba bañando. Era una mujer muy hermosa.
Mandó David para informarse sobre la mujer y le dijeron: "Es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías el hitita."
David envió gente que la trajese; llegó donde David y él se acostó con ella, cuando acababa de purificarse de sus reglas. Y ella se volvió a su casa. La mujer quedó embarazada y envió a decir a David: "Estoy encinta."
─II Samuel 11:2-5.
Aquí David intentó por todos los medios que Urías se acostase con su esposa para así encubrir el adulterio, pero Urías se negó porque sus tropas estaban durmiendo en el suelo.
Y entonces David decidió librarse de Urías. Escribió una carta a su comandante: "Poned a Urías frente a lo más reñido de la batalla y retiraos de detrás de él para que sea herido y muera."
Después del luto, Betsabé se hizo concubina de David. De su unión nació Salomón.
Justo antes, David había bailado en celebración de Dios, y al parecer durante el baile enseñó algo más que su devoción.
Cuando se volvía David para bendecir su casa, Mikal, hija de Saúl, le salió al encuentro y le dijo: "¡Cómo se ha cubierto hoy de gloria el rey de Israel, descubriéndose hoy ante las criadas de sus servidores como se descubriría un cualquiera!"
Ya cuando David estaba viejo, sus criados decidieron con "una joven virgen que sirva al rey, y le atienda; que duerma en tu seno y dé calor a mi señor el rey buscó una muchacha hermosa por todos los términos de Israel y encontraron a Abisag la sunamita, y la llevaron al rey. La joven era extraordinariamente bella; cuidaba y servía al rey, pero el rey no la conoció".
El hijo de David viola a su propia hermana
El hijo primogénito de David, Amnón, se enamoró de su media hermana, Tamar. Tras hablar con un amigo, se hizo el enfermo y le pidió a su padre que Tamar le cocinara algo.
La obediente hija fue y cocinó unas frituras y se las llevó a su hermano Amnón.
"Él la sujetó y le dijo: "Ven, acuéstate conmigo, hermana mía." Pero ella respondió: "No, hermano mío, no me fuerces, pues no se hace esto en Israel. No cometas esta infamia.
¿A dónde iría yo deshonrada? Y tú serías como un infame en Israel. Habla, te lo suplico, al rey, que no rehusará entregarme a ti."
Pero él no quiso escucharla, sino que la sujetó y forzándola se acostó con ella.
─II Samuel 13:10-14.
A Amnón le dio asco, y al terminar expulsó de su cuarto a su propia hermana. David, que tampoco era un santito, se disgustó mucho con su hijo, pero no hizo nada en su contra.
La violada se pasó el resto de sus días en casa de su hermano, Absalón, que decidió vengar a su hermana dos años más tarde, asesinando a Amnón. Al final, Salomón fue ungido rey de Israel.
Salomón fue conocido por su sabiduría, pero es el playboy de la Biblia: Según Reyes 11:3, tuvo 600 mujeres, princesas, y 300 concubinas. Angel Luis Fernández
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