Esta
humanidad ha alcanzado un momento de su conciencia evolutiva de las
fórmulas genéticas de la vida en el que la raza ya es capaz de alterar
las matemáticas supremas cosmobiológicas para reconstruir los patrones
primordiales de la sustancia matriz y está recordando el conocimiento de
los últimos atlantes, transmitido a tantas y tantas sociedades, con el
que se pueden diseñar y reestructurar seres
de todas las proporciones, desde las unidades moleculares más
elementales hasta la complejidad biológica de la propia especie o la de
semillas de otros mundos pasando por nuevas formas híbridas y nuevas
mutaciones.
La civilización maya, la egipcia, la sumeria y otras muchas han tenido acceso a esta información, igual que vosotros lo estáis teniendo ahora. En esencia, estáis extrayendo y experimentando la sabiduría divina con la que la Creación formula y construye a partir de la cosmometría de su propio diseño.
La mayoría de las civilizaciones finalmente alcanzan esta etapa en su evolución, pues, como dioses por derecho propio, todos los miembros inteligentes de estas sociedades que atraviesan los rincones más remotos del universo material están obligados a redescubrir los secretos de su existencia individual, así como el funcionamiento del conjunto mayor, el Cosmos del Espíritu.
Desafortunadamente, la magnificencia de tal potencial en manos de la raza humana está disminuyendo debido a la arrogante negación del Espíritu por parte de los seres humanos materialistas y abortando a través de su irreverente aplicación de la tecnología genética, algunos de cuyos inventos se os hace creer que sirven para la supervivencia y el avance de vuestra raza y muchos de los cuales se están utilizando en secreto por los diseñadores de tecnologías encubiertas, armas biológicas y robótica humanoide que pronto veréis aparecer entre vosotros.
Desafortunadamente, la conciencia basada en el miedo, el aspecto polar de la conciencia positiva de supervivencia que necesitabais para florecer en las selvas de la Tierra) se imprimió también en vosotros desde el comienzo y es que el proceso de alterar la materia consiste en lograr que el pensamiento basado en el centro corazón alcanza resonancia con la vibración consciente de la materia y así, a través de la intención concentrada en que el bien más elevado sea servido, la sustancia, elevada a su estado exaltado de ser o se transmuta en nuevas formas ¡o desaparece por completo!
La expresión final de vuestra naturaleza divina tiene lugar cada vez que eleváis la vibración de vuestros propios pensamientos, los de la colectividad y la de la materia de todas las densidades y todas las estructuras. O cuando simplemente llegáis a la perfección que se manifiesta en toda la belleza que os rodea: sintonizando con la fragancia de la rosa; viajando con el trino del pájaro que canta; atravesando el puente arcoíris.
En esos momentos de conciencia exquisita, no sólo estáis 'jugando a' ser como dioses. Sois dioses, dioses del reino terrestre, dioses del Universo, insuflando vuestras almas en la matriz, ahora bien, el desenfrenado fervor de los científicos y técnicos ortodoxos genetistas por diseccionar y luego reconstruir el genoma de todo ser vivo refleja la dualidad que prevalece en un mundo como éste altamente polarizado.
Por eso es tan absolutamente necesario que vosotros, los que estáis despertando, o que ya estáis encendidos seáis agudamente conscientes de la arquitectura de la vida, el ADN y las mutaciones que están teniendo lugar de forma natural y que comienzan a manifestarse entre los seres vivos de todos los sistemas planetarios con vida que prolifera en otros planetas de este sistema estelar.
Afortunadamente, existe una comunidad científica paralela que está tan dedicada a la comprensión de cómo el espíritu impregna y crea cada aspecto de la realidad y está uniendo el espíritu y la ciencia de un modo que tanto los pensadores intuitivos como los que se basan en la lógica pueden aceptar la sabiduría que emerge de sus descubrimientos.
A medida que estos científicos libres, los físicos cuánticos, presenten los nuevos paradigmas de vuestra realidad 3D y del universo multidimensional, un número cada vez mayor de vosotros seréis capaces de reconocer conceptualmente la verdadera naturaleza de toda la realidad, codificada en las mismas fibras del ADN humano.
Angel Luis Fernández.
La civilización maya, la egipcia, la sumeria y otras muchas han tenido acceso a esta información, igual que vosotros lo estáis teniendo ahora. En esencia, estáis extrayendo y experimentando la sabiduría divina con la que la Creación formula y construye a partir de la cosmometría de su propio diseño.
La mayoría de las civilizaciones finalmente alcanzan esta etapa en su evolución, pues, como dioses por derecho propio, todos los miembros inteligentes de estas sociedades que atraviesan los rincones más remotos del universo material están obligados a redescubrir los secretos de su existencia individual, así como el funcionamiento del conjunto mayor, el Cosmos del Espíritu.
Desafortunadamente, la magnificencia de tal potencial en manos de la raza humana está disminuyendo debido a la arrogante negación del Espíritu por parte de los seres humanos materialistas y abortando a través de su irreverente aplicación de la tecnología genética, algunos de cuyos inventos se os hace creer que sirven para la supervivencia y el avance de vuestra raza y muchos de los cuales se están utilizando en secreto por los diseñadores de tecnologías encubiertas, armas biológicas y robótica humanoide que pronto veréis aparecer entre vosotros.
Desafortunadamente, la conciencia basada en el miedo, el aspecto polar de la conciencia positiva de supervivencia que necesitabais para florecer en las selvas de la Tierra) se imprimió también en vosotros desde el comienzo y es que el proceso de alterar la materia consiste en lograr que el pensamiento basado en el centro corazón alcanza resonancia con la vibración consciente de la materia y así, a través de la intención concentrada en que el bien más elevado sea servido, la sustancia, elevada a su estado exaltado de ser o se transmuta en nuevas formas ¡o desaparece por completo!
La expresión final de vuestra naturaleza divina tiene lugar cada vez que eleváis la vibración de vuestros propios pensamientos, los de la colectividad y la de la materia de todas las densidades y todas las estructuras. O cuando simplemente llegáis a la perfección que se manifiesta en toda la belleza que os rodea: sintonizando con la fragancia de la rosa; viajando con el trino del pájaro que canta; atravesando el puente arcoíris.
En esos momentos de conciencia exquisita, no sólo estáis 'jugando a' ser como dioses. Sois dioses, dioses del reino terrestre, dioses del Universo, insuflando vuestras almas en la matriz, ahora bien, el desenfrenado fervor de los científicos y técnicos ortodoxos genetistas por diseccionar y luego reconstruir el genoma de todo ser vivo refleja la dualidad que prevalece en un mundo como éste altamente polarizado.
Por eso es tan absolutamente necesario que vosotros, los que estáis despertando, o que ya estáis encendidos seáis agudamente conscientes de la arquitectura de la vida, el ADN y las mutaciones que están teniendo lugar de forma natural y que comienzan a manifestarse entre los seres vivos de todos los sistemas planetarios con vida que prolifera en otros planetas de este sistema estelar.
Afortunadamente, existe una comunidad científica paralela que está tan dedicada a la comprensión de cómo el espíritu impregna y crea cada aspecto de la realidad y está uniendo el espíritu y la ciencia de un modo que tanto los pensadores intuitivos como los que se basan en la lógica pueden aceptar la sabiduría que emerge de sus descubrimientos.
A medida que estos científicos libres, los físicos cuánticos, presenten los nuevos paradigmas de vuestra realidad 3D y del universo multidimensional, un número cada vez mayor de vosotros seréis capaces de reconocer conceptualmente la verdadera naturaleza de toda la realidad, codificada en las mismas fibras del ADN humano.
Angel Luis Fernández.
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