1. Predisposición
El primer paso podría aplicarse a cualquier propósito en tu vida.
Básicamente se trata de mentalizarte para poder lograr lo que te
propones: autoprogramarte para “despertarte” dentro de tu sueño.
2. Asegura recordar tus sueños
Poco servirá que logres penetrar conscientemente tus recorridos
oníricos si al despertar no logras recordarlo. De hecho, es posible que
hayas ya experimentado más de un episodio en este sentido pero
desafortunadamente no lo sabes, pues olvidaste tu sueño.
Existen
diversas técnicas para aumentar tu recordación –aquí es importante
aclarar que cada noche experimentamos entre cinco y siete sueños–, y
sujetar al menos un par de las narrativas que entretejes mientras
duermes es un requisito indispensable.
3. Bitácora onírica
Registrar tus sueños en un diario es fundamental para familiarizarte
con los escenarios y situaciones que acostumbras generar. Además,
colocará el tema en la mesa de tu vida cotidiana, lo cual favorece la
atmósfera necesaria para ‘lucidificar’ tu sueño.
4. Familiarización
Entre mejor conozcas la frecuencia narrativa podrás, con mayor
facilidad, reconocer cuando te encuentras en un sueño, y por lo tanto
advertírtelo –y a partir de este momento, cuando conscientemente notas
que estas soñando, comienza oficialmente tu sueño lúcido–.
En esta fase
es importante recalcar que entre más aguda sea tu auto-conciencia,
tendrás mayores probabilidades de lograr este click. Por cierto, la
meditación es un gran ejercicio para afinar este aspecto.
5. Prueba de realidad
Este es uno de los pasos más divertidos ya que básicamente consiste en
detectar, durante el sueño, posibles patrones o detalles ‘fantásticos’
que te permitan comprobar que no estás despierto. Entre algunas de las
pruebas más populares tenemos:
- Busca en el ambiente algo que
leer, léelo, aparta tu vista, y luego regresa la mirada al mismo. Si el
texto se transforma, es muy probable que no estés en el axis ‘real’.
- Proponte volar o levitar, si funciona, sentimos decepcionarte, lo más probable es que estés soñando.
- Busca un espejo en donde reflejarte. Confirma si eres tú, y si tienes tu apariencia ‘normal’.
Duendes Avalon
MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/psicologia/suenos-e-interpretacion-de-los-suenos-edgar-cayce-603.html
1. Predisposición
El primer paso podría aplicarse a cualquier propósito en tu vida. Básicamente se trata de mentalizarte para poder lograr lo que te propones: autoprogramarte para “despertarte” dentro de tu sueño.
2. Asegura recordar tus sueños
Poco servirá que logres penetrar conscientemente tus recorridos oníricos si al despertar no logras recordarlo. De hecho, es posible que hayas ya experimentado más de un episodio en este sentido pero desafortunadamente no lo sabes, pues olvidaste tu sueño.
Existen diversas técnicas para aumentar tu recordación –aquí es importante aclarar que cada noche experimentamos entre cinco y siete sueños–, y sujetar al menos un par de las narrativas que entretejes mientras duermes es un requisito indispensable.
3. Bitácora onírica
Registrar tus sueños en un diario es fundamental para familiarizarte con los escenarios y situaciones que acostumbras generar. Además, colocará el tema en la mesa de tu vida cotidiana, lo cual favorece la atmósfera necesaria para ‘lucidificar’ tu sueño.
4. Familiarización
Entre mejor conozcas la frecuencia narrativa podrás, con mayor facilidad, reconocer cuando te encuentras en un sueño, y por lo tanto advertírtelo –y a partir de este momento, cuando conscientemente notas que estas soñando, comienza oficialmente tu sueño lúcido–.
En esta fase es importante recalcar que entre más aguda sea tu auto-conciencia, tendrás mayores probabilidades de lograr este click. Por cierto, la meditación es un gran ejercicio para afinar este aspecto.
5. Prueba de realidad
Este es uno de los pasos más divertidos ya que básicamente consiste en detectar, durante el sueño, posibles patrones o detalles ‘fantásticos’ que te permitan comprobar que no estás despierto. Entre algunas de las pruebas más populares tenemos:
- Busca en el ambiente algo que leer, léelo, aparta tu vista, y luego regresa la mirada al mismo. Si el texto se transforma, es muy probable que no estés en el axis ‘real’.
- Proponte volar o levitar, si funciona, sentimos decepcionarte, lo más probable es que estés soñando.
- Busca un espejo en donde reflejarte. Confirma si eres tú, y si tienes tu apariencia ‘normal’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario