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viernes, 9 de noviembre de 2012

Entrevista al ex-astronauta Edgar Mitchell.


 Foto: ENTREVISTA AL EX-ASTRONAUTA EDGAR MITCHELL
El viaje del conocimiento
Por Brad Hunter


El hecho de haber observado el planeta desde la óptica de un extraterrestre afectó profundamente la vida del ex astronauta Edgar Mitchell, que a su regreso del histórico viaje lunar fundó un instituto dedicado a explorar las fronteras de la conciencia humana.
 

Edgar Mitchell fue el sexto hombre en caminar por el suelo lunar durante su misión a bordo del Apolo IV. Diversas experiencias personales muy profundas y reveladoras acontecidas a lo largo del viaje espacial lo inspiraron, a su regreso, a fundar en 1973 el Noetic Sciences Institute, una organización que nuclea a toda una nueva generación de hombres de ciencia y de disciplinas no ordinarias de investigación dedicados al estudio del potencial humano y de las diversas ramas de ciencias que se alinean dentro de la Física Cuántica.

EL IONS
El Noetic Science Institute está localizado en la localidad de Petaluma, en California. La palabra Noetic proviene del término griego “Nous”, que no tiene una traducción precisa ni al inglés ni al castellano y refiere al conocimiento interior, a un tipo de conciencia intuitiva que nos permite acceder al conocimiento, más allá de lo que nos permiten nuestros sentidos y el acotado poder de la razón.
La misión del instituto es investigar los avances de las ciencias relacionadas con el estudio de la conciencia y la experiencia humana, con el fin de asistir y guiar a la humanidad hacia una transformación individual y colectiva, modificando así las actuales condiciones planetarias. El objetivo, a su vez, es conducir a los ciudadanos del mundo a estados más elevados de conciencia para así lograr desarrollar en plenitud sus capacidades de libertad, compasión y amor incondicional. La intención es construir puentes de unión entre la ciencia y la espiritualidad, investigar el potencial de las energías humanas, el poder de la curación, el poder de los sentimientos y de las emociones, implementando las prácticas de la libertad de pensamiento y de espíritu. 
El IONS cuenta con 30.000 miembros en todo el mundo, asiste y nuclea a cientos de investigadores, médicos, científicos, parapsicólogos, religiosos, etc, además de estar afiliado a más de 300 instituciones y comunidades de estudio, dentro de los campos de la percepción extrasensorial, la conciencia, los estudios sociales, etc. 

UN VISIONARIO DEL ESPACIO

Después de vivir la trascendental experiencia universal y en su regreso a casa, Mitchell sintió la necesidad de ampliar el entendimiento de la realidad y en 1973 fundó el IONS acompañado de otro grupo de “exploradores pioneros”. Su objetivo era llevar la exploración más allá de las fronteras de lo físico. Mitchell nos respondió una serie de preguntas que nos revelan lo fascinante de sus experiencias y el sentido de su búsqueda de la conciencia.

BRAD HUNTER: ¿Cómo fue su experiencia reveladora en el espacio?

EDGAR MITCHELL: El ser astronauta le da a uno la oportunidad de ver el Universo desde la perspectiva de un “extraterrestre” flotando en medio de una inmensidad absoluta y sin límites. En el planeta los límites son observables, allí en el espacio no hay arriba, ni abajo, ni comienzo ni fin. Uno comienza a ampliarse hacia una perspectiva mucho más universalista, uno siente que forma parte de esa totalidad y que está conectado con esa inmensidad. Allí no hay fronteras, religiones, partidismos, nada; todas las limitaciones humanas pierden sentido cuando uno está flotando en el espacio. Observando el planeta recortado en la profundidad como una gota dentro de un infinito mar cósmico, es cuando realmente podemos llegar al “reconocimiento”, en el verdadero sentido de la palabra. La presencia de lo divino se hace una realidad palpable para comprender que la vida en el Universo no es solo un accidente basado en un proceso de posibilidades… el conocimiento vino directamente hacia mí. ¿Qué importancia pasan a tener cada una de las cosas superfluas por las que pasamos años de nuestras vidas desviados en búsquedas de obtención y pertenencia? ¿Qué importancia pasa a tener todo esto, al ser enfrentado con un Universo que tiene cerca de 15 billones de años de antigüedad? Fuimos como astronautas, una y otra vez entrenados para hacerle frente a toda una misión programada por etapas para operar con éxito durante cada uno de los pasos que la componen. Fuimos preparados para enfrentar cualquier contingencia que se presentara, incluso para saber cómo comportarnos sobre la superficie lunar. Pero no fuimos preparados para el impacto profundo que provoca el mirar nuestro propio planeta desde el espacio. Creo que no existe ningún tipo de preparación para ello. Comprendí que lo que está “allí afuera” también es lo que está “aquí adentro”, es todo lo mismo, forman parte de un mismo universo.

BH ¿Cómo se llega a asimilar todo esto?

EM En el pasado las leyes newtonianas nos decían de la existencia de un Universo mecanicista y predecible, de un Universo compuesto tanto de materia como de energía y con dinámicas que respondían a leyes que podían ser comprendidas por el hombre. La visión que emerge desde las fronteras de la nueva ciencia es la siguiente: vivimos en un Universo inteligente, autoorganizado, consciente, envolvente, participativo y creativo. La humanidad dentro de esta nueva comprensión del Universo no es una simple especie que vaga evolutivamente sola y desconectada de este gran sistema cósmico. Toda la vida está conectada co-creativamente y co-participativamente en un mismo escenario, dentro de una misma obra y de un mismo teatro. Todo está íntimamente conectado.

BH ¿Cuál es la esencia de este nuevo paradigma?

EM Cuando se creó el instituto se buscó responder a los innumerables interrogantes que surgían para llegar a una comprensión de esta nueva visión de la existencia. Esto no es una simple investigación, es un trabajo multidisciplinario. Se extiende desde lo fundamental de la física, la teología y la filosofía, incluyendo a todas las ciencias periféricas en derredor de éstas. Hace aproximadamente 400 años estamos viviendo la realidad formulada por Descartes al comenzar la Revolución Industrial, en la que el espíritu y la materia son vistas como dos reinos separados de la realidad, un sistema dualista de pensamiento que acompañaba a la ciencia hasta la aparición de la Física Cuántica. El cambio de paradigma se presenta al incorporar la mecánica cuántica y el nuevo rol de la conciencia dentro de esta dinámica. Este paradigma sitúa al ser humano como una unidad en el que espíritu y materia operan juntos como parte de una misma cosa (energía), integradas a la totalidad del Universo. La Física Cuántica nos dice que el experimentador, al ocupar el papel de observador, está modificando el experimento, es decir que cada uno de nosotros -con el solo hecho de existir- estamos participando de un proceso de cambio de la realidad, un proceso de co-creación integral. Todas las formas son conscientes, poseen más o menos desarrollo de conciencia, desde el más simple hasta el más complejo de los organismos. La idea clave es que habitamos un Universo muy bien organizado y el nivel de organización se vuelve más y más complejo a medida que el Universo se desarrolla.

BH Es el concepto de un Universo Holográfico que sostiene la idea de un Campo de Conciencia 

EM Exacto. En un holograma la parte contiene la información del todo, es decir, que cada uno de nosotros somos parte de un gigantesco holograma cuántico, al igual que muchas computadoras conectadas a una gigantesca red inalámbrica de internet. La esencia de la existencia es el conocimiento, la habilidad que cada uno tiene de asimilar y utilizar la información que está almacenada en el Holograma Cuántico y que hace de nosotros lo que cada uno es. Lo que podamos absorber de la red depende de qué tan buena es la conexión que poseemos con la red. Si miramos a Einstein, la Madre Teresa de Calcuta, a un atleta, a un jardinero, a un delincuente, etc, podemos darnos cuenta de que hay diferentes formas e intensidades de conexión con la red, como también diferentes fuentes de información y diversas formas de utilizar dicha información. Existe una libertad en el camino que cada cual elige para interactuar e influenciar el Universo. La existencia tiene por finalidad lograr que utilicemos la información para ser entidades cada vez más conscientes del rol de co-creación. Al igual que un gigantesco organismo, cada componente del sistema debe funcionar en beneficio de la totalidad. Tarde o temprano alcanzaremos un grado de conciencia que nos permita comprender la finalidad de la existencia y empezaremos a vivir en función de dicha meta. No hay nada nuevo en esto, hubo a lo largo de la historia infinidad de maestros, filósofos, científicos o simples personas que nos lo dijeron. Depende de nosotros y de nuestra forma de ver y actuar frente a la vida.

BH Bajo esta perspectiva de que cada uno de nosotros está creando la realidad y la modifica con la sola intención y el pensamiento, ¿qué es lo más recomendable para enfrentar los problemas de la vida?

EM Definitivamente es el positivismo, la actitud positiva frente a todo aspecto de la vida, en lo adverso y en lo favorable por igual. El respeto por la creación y lo creado, ser un instrumento de esa creación. Toda oposición a esta premisa va en contra de la vida en todas sus formas, incluso la propia.

BH Actitud frente a la vida, capacidad de adaptación con optimismo…

EM Ser flexible, adaptable, asimilar, aprender y aprender. Nosotros estamos viviendo momentos totalmente diferentes de los del pasado, el cambio se acelera rápidamente. El planeta está enfrentando una crisis muy seria, los cambios climáticos están aquí para enseñarnos algo y si no lo aprendemos rápido, las consecuencias serán en perjuicio de todos nosotros. Es fundamental producir el cambio con optimismo y dinamismo. Hay un cambio notorio de percepción entre la gente, no así en las instituciones políticas que nos representan.

BH ¿Considera que la curación energética será -o ya es- una medicina emergente?

EMLa medicina “occidental” o “tradicional” es maravillosa para intervenir en una crisis física, o sea en el último paso de la enfermedad, cuando se manifiesta a nivel del cuerpo. La medicina energética está más focalizada en la salud, en trabajar en el evitar que los diversos mantos energéticos que envuelven y componen al ser humano estén en su justo equilibrio e intensidad. La base de la medicina energética es “mantener” y “prevenir” y no tanto “curar”.

BH Basado en sus experiencia y conocimientos, ¿qué es el Universo?

EM Personalmente, como científico, fui instruido asumiendo la idea de que la organización fundamental del Universo estaba basada en una dinámica que era accidental azarosa. Pero por otro lado poseía una formación religiosa, la cual era fundamentalmente cristiana, que aceptaba el origen divino del Universo. Estos dos conceptos no eran compatibles entre sí. Ahora describo el Universo como un organismo vivo y consciente. Si queremos reinterpretar aquella figura que teníamos de Dios como un señor de baraja sentado en un trono, diría que Dios sería algo así como la mente del Universo, y lo que experimentamos como realidad física sería su cuerpo. La fuerza creativa que mueve al Universo es la misma fuerza que nos moviliza a nosotros.

BH ¿Qué espera de la raza humana?

EM Que reconozcamos la divinidad en nosotros y que nos dejemos guiar sin miramientos por la conciencia universal y el amor incondicional, pero claro, todo lo que debamos pasar para llegar a comprenderlo es también parte del proceso de la evolución.


ENTREVISTA AL EX-ASTRONAUTA EDGAR MITCHELL

El viaje del conocimiento

Por Brad Hunter

El hecho de haber observado el planeta desde la óptica de un extraterrestre afectó profundamente la vida del ex astronauta Edgar Mitchell, que a su regreso del histórico viaje lunar fundó un instituto dedicado a explorar las fronteras de la conciencia humana.

Edgar Mitchell fue el sexto hombre en caminar por el suelo lunar durante su misión a bordo del Apolo IV.

Diversas experiencias personales muy profundas y reveladoras acontecidas a lo largo del viaje espacial lo inspiraron, a su regreso, a fundar en 1973 el Noetic Sciences Institute, una organización que nuclea a toda una nueva generación de hombres de ciencia y de disciplinas no ordinarias de investigación dedicados al estudio del potencial humano y de las diversas ramas de ciencias que se alinean dentro de la Física Cuántica.

EL IONS

El Noetic Science Institute está localizado en la localidad de Petaluma, en California. La palabra Noetic proviene del término griego “Nous”, que no tiene una traducción precisa ni al inglés ni al castellano y refiere al conocimiento interior, a un tipo de conciencia intuitiva que nos permite acceder al conocimiento, más allá de lo que nos permiten nuestros sentidos y el acotado poder de la razón.

La misión del instituto es investigar los avances de las ciencias relacionadas con el estudio de la conciencia y la experiencia humana, con el fin de asistir y guiar a la humanidad hacia una transformación individual y colectiva, modificando así las actuales condiciones planetarias. El objetivo, a su vez, es conducir a los ciudadanos del mundo a estados más elevados de conciencia para así lograr desarrollar en plenitud sus capacidades de libertad, compasión y amor incondicional.

La intención es construir puentes de unión entre la ciencia y la espiritualidad, investigar el potencial de las energías humanas, el poder de la curación, el poder de los sentimientos y de las emociones, implementando las prácticas de la libertad de pensamiento y de espíritu.

El IONS cuenta con 30.000 miembros en todo el mundo, asiste y nuclea a cientos de investigadores, médicos, científicos, parapsicólogos, religiosos, etc, además de estar afiliado a más de 300 instituciones y comunidades de estudio, dentro de los campos de la percepción extrasensorial, la conciencia, los estudios sociales, etc.

UN VISIONARIO DEL ESPACIO


Después de vivir la trascendental experiencia universal y en su regreso a casa, Mitchell sintió la necesidad de ampliar el entendimiento de la realidad y en 1973 fundó el IONS acompañado de otro grupo de “exploradores pioneros”. Su objetivo era llevar la exploración más allá de las fronteras de lo físico. Mitchell nos respondió una serie de preguntas que nos revelan lo fascinante de sus experiencias y el sentido de su búsqueda de la conciencia.

BRAD HUNTER: ¿Cómo fue su experiencia reveladora en el espacio?

EDGAR MITCHELL: El ser astronauta le da a uno la oportunidad de ver el Universo desde la perspectiva de un “extraterrestre” flotando en medio de una inmensidad absoluta y sin límites. En el planeta los límites son observables, allí en el espacio no hay arriba, ni abajo, ni comienzo ni fin.

Uno comienza a ampliarse hacia una perspectiva mucho más universalista, uno siente que forma parte de esa totalidad y que está conectado con esa inmensidad. Allí no hay fronteras, religiones, partidismos, nada; todas las limitaciones humanas pierden sentido cuando uno está flotando en el espacio. Observando el planeta recortado en la profundidad como una gota dentro de un infinito mar cósmico, es cuando realmente podemos llegar al “reconocimiento”, en el verdadero sentido de la palabra.

La presencia de lo divino se hace una realidad palpable para comprender que la vida en el Universo no es solo un accidente basado en un proceso de posibilidades… el conocimiento vino directamente hacia mí. ¿Qué importancia pasan a tener cada una de las cosas superfluas por las que pasamos años de nuestras vidas desviados en búsquedas de obtención y pertenencia? ¿Qué importancia pasa a tener todo esto, al ser enfrentado con un Universo que tiene cerca de 15 billones de años de antigüedad?

Fuimos como astronautas, una y otra vez entrenados para hacerle frente a toda una misión programada por etapas para operar con éxito durante cada uno de los pasos que la componen. Fuimos preparados para enfrentar cualquier contingencia que se presentara, incluso para saber cómo comportarnos sobre la superficie lunar.

Pero no fuimos preparados para el impacto profundo que provoca el mirar nuestro propio planeta desde el espacio. Creo que no existe ningún tipo de preparación para ello. Comprendí que lo que está “allí afuera” también es lo que está “aquí adentro”, es todo lo mismo, forman parte de un mismo universo.

BH ¿Cómo se llega a asimilar todo esto?

EM En el pasado las leyes newtonianas nos decían de la existencia de un Universo mecanicista y predecible, de un Universo compuesto tanto de materia como de energía y con dinámicas que respondían a leyes que podían ser comprendidas por el hombre. La visión que emerge desde las fronteras de la nueva ciencia es la siguiente: vivimos en un Universo inteligente, autoorganizado, consciente, envolvente, participativo y creativo.

La humanidad dentro de esta nueva comprensión del Universo no es una simple especie que vaga evolutivamente sola y desconectada de este gran sistema cósmico. Toda la vida está conectada co-creativamente y co-participativamente en un mismo escenario, dentro de una misma obra y de un mismo teatro. Todo está íntimamente conectado.

BH ¿Cuál es la esencia de este nuevo paradigma?

EM Cuando se creó el instituto se buscó responder a los innumerables interrogantes que surgían para llegar a una comprensión de esta nueva visión de la existencia. Esto no es una simple investigación, es un trabajo multidisciplinario. Se extiende desde lo fundamental de la física, la teología y la filosofía, incluyendo a todas las ciencias periféricas en derredor de éstas.

Hace aproximadamente 400 años estamos viviendo la realidad formulada por Descartes al comenzar la Revolución Industrial, en la que el espíritu y la materia son vistas como dos reinos separados de la realidad, un sistema dualista de pensamiento que acompañaba a la ciencia hasta la aparición de la Física Cuántica.

El cambio de paradigma se presenta al incorporar la mecánica cuántica y el nuevo rol de la conciencia dentro de esta dinámica. Este paradigma sitúa al ser humano como una unidad en el que espíritu y materia operan juntos como parte de una misma cosa (energía), integradas a la totalidad del Universo.

La Física Cuántica nos dice que el experimentador, al ocupar el papel de observador, está modificando el experimento, es decir que cada uno de nosotros -con el solo hecho de existir- estamos participando de un proceso de cambio de la realidad, un proceso de co-creación integral. Todas las formas son conscientes, poseen más o menos desarrollo de conciencia, desde el más simple hasta el más complejo de los organismos.

La idea clave es que habitamos un Universo muy bien organizado y el nivel de organización se vuelve más y más complejo a medida que el Universo se desarrolla.

BH Es el concepto de un Universo Holográfico que sostiene la idea de un Campo de Conciencia

EM Exacto. En un holograma la parte contiene la información del todo, es decir, que cada uno de nosotros somos parte de un gigantesco holograma cuántico, al igual que muchas computadoras conectadas a una gigantesca red inalámbrica de internet. La esencia de la existencia es el conocimiento, la habilidad que cada uno tiene de asimilar y utilizar la información que está almacenada en el Holograma Cuántico y que hace de nosotros lo que cada uno es.

Lo que podamos absorber de la red depende de qué tan buena es la conexión que poseemos con la red. Si miramos a Einstein, la Madre Teresa de Calcuta, a un atleta, a un jardinero, a un delincuente, etc, podemos darnos cuenta de que hay diferentes formas e intensidades de conexión con la red, como también diferentes fuentes de información y diversas formas de utilizar dicha información.

Existe una libertad en el camino que cada cual elige para interactuar e influenciar el Universo. La existencia tiene por finalidad lograr que utilicemos la información para ser entidades cada vez más conscientes del rol de co-creación. Al igual que un gigantesco organismo, cada componente del sistema debe funcionar en beneficio de la totalidad.

Tarde o temprano alcanzaremos un grado de conciencia que nos permita comprender la finalidad de la existencia y empezaremos a vivir en función de dicha meta. No hay nada nuevo en esto, hubo a lo largo de la historia infinidad de maestros, filósofos, científicos o simples personas que nos lo dijeron. Depende de nosotros y de nuestra forma de ver y actuar frente a la vida.

BH Bajo esta perspectiva de que cada uno de nosotros está creando la realidad y la modifica con la sola intención y el pensamiento, ¿qué es lo más recomendable para enfrentar los problemas de la vida?

EM Definitivamente es el positivismo, la actitud positiva frente a todo aspecto de la vida, en lo adverso y en lo favorable por igual. El respeto por la creación y lo creado, ser un instrumento de esa creación. Toda oposición a esta premisa va en contra de la vida en todas sus formas, incluso la propia.

BH Actitud frente a la vida, capacidad de adaptación con optimismo…

EM Ser flexible, adaptable, asimilar, aprender y aprender. Nosotros estamos viviendo momentos totalmente diferentes de los del pasado, el cambio se acelera rápidamente. El planeta está enfrentando una crisis muy seria, los cambios climáticos están aquí para enseñarnos algo y si no lo aprendemos rápido, las consecuencias serán en perjuicio de todos nosotros.

Es fundamental producir el cambio con optimismo y dinamismo. Hay un cambio notorio de percepción entre la gente, no así en las instituciones políticas que nos representan.

BH ¿Considera que la curación energética será -o ya es- una medicina emergente?

EMLa medicina “occidental” o “tradicional” es maravillosa para intervenir en una crisis física, o sea en el último paso de la enfermedad, cuando se manifiesta a nivel del cuerpo. La medicina energética está más focalizada en la salud, en trabajar en el evitar que los diversos mantos energéticos que envuelven y componen al ser humano estén en su justo equilibrio e intensidad. La base de la medicina energética es “mantener” y “prevenir” y no tanto “curar”.

BH Basado en sus experiencia y conocimientos, ¿qué es el Universo?

EM Personalmente, como científico, fui instruido asumiendo la idea de que la organización fundamental del Universo estaba basada en una dinámica que era accidental azarosa. Pero por otro lado poseía una formación religiosa, la cual era fundamentalmente cristiana, que aceptaba el origen divino del Universo.

Estos dos conceptos no eran compatibles entre sí. Ahora describo el Universo como un organismo vivo y consciente. Si queremos reinterpretar aquella figura que teníamos de Dios como un señor de baraja sentado en un trono, diría que Dios sería algo así como la mente del Universo, y lo que experimentamos como realidad física sería su cuerpo. La fuerza creativa que mueve al Universo es la misma fuerza que nos moviliza a nosotros.

BH ¿Qué espera de la raza humana?

EM Que reconozcamos la divinidad en nosotros y que nos dejemos guiar sin miramientos por la conciencia universal y el amor incondicional, pero claro, todo lo que debamos pasar para llegar a comprenderlo es también parte del proceso de la evolución.

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