Dios habita en nosotros. En tí y en tus hermanos.
Dios es todo. Esa es nuestra afirmación.
Entonces un hermano me pregunta:
Si Dios es todo, entonces el bien y el mal vienen de Él?.
Le respondo.
La coexistencia de bien y el mal esta en nosotros Si nostros somos hechos a la imagen y semejanza de Dios, podriamos llegar a un facilismo y contestar que si.
Pero nadie puede conocer enteramente a Dios, nosotros conocemos a la parte de Dios que esta dentro de nuestros corazones.
Si peregrinamos por las almas de nuestros hermanos, conoceremos más de Dios, pero aún conociendo las almas de los más de 6 mil millones de habitantes de la tierra no podriamos decir que conocemos completamente a Dios.
Entonces, es importante primero conocer a la parte de Dios que esta en nosotros, amarla y respetarla.
Nadie puede decir que en uno mismo no coexiste el bien y el mal. En mi caso, puedo decir que si reconozco que el bien y el mal coexisten en mi.
Pero, tambien sé con absoluta seguridad lo siguiente:
Que el mal es como el frio, es decir el mal es la ausencia del calor. El Calor es el bien expresado por el Amor a Dios, a nosotros mismos y nuestro prójimo.
El frio puede ser vencido por el calor, para eso prendemos fuego en nuestras almas, fuego de amor y lo hacemos crecer cada día más. Así el frio del mal se desvanece.
La lucha entre el mal y el bien es constante en nosotros, para vencerlo Dios nos ha entregado una espada que esta hecha del material más noble e indestructible conocido, este material es el Amor.
Si la encontramos en nuestro corazones y la tomamos, no hay mal que no pueda ser vencido. Antes de usar la espada oren a Dios y pidanle con amor la fuerza de Jesús.
En cuanto al sufrimiento, que es una expresión del mal, debemos tomarlo con amor, reconocer que es una prueba puesta en el plan divino del Padre, para permitirnos crecer espiritualmente.
Sólo contestense esta pregunta: a quién que conocen ustedes como un ser que ha crecido espiritualmente, no ha sufrido mucho en su vida humana?.
Recuerden, que somos seres infinitos en un cuerpo finito, nuestra alma no muere con nuestros cuerpos físicos.
Si alguien te trae mal y te hace sufrir, recuerda que tienes la espada del amor, actúa como Cristo actuó dando amor, eso tarde o temprano vencerá al mal.
Luego de haber ganado la batalla, bendice y agradece a aquel o aquellos que te trajieron el mal, no odies, porque el odio es una herida del alma que te hará desangrar.
Debemos recordar que para que el bien venza al mal, debemos actuar con amor.
Recuerda que al ganar cada batalla del bien contra el mal, no lo haras en tu gloria, sino para la gloria de Dios.
Es decir,vencerán usando las parte divina que habita en nosotros, con Amor.
Vencerán haciendo que el amor de Dios fluya como ríos incontenibles de ustedes hacia el universo, empezando por éste mundo que vivimos.
Todo lo explicado se resume en la Ley del Amor que Jesús nos dío como un mandamiento nuevo:
Amen a Dios sobre todas las cosas, amense a ustedes mismos porque son templos donde habita Dios, amen a su prójimos como a si mismos, porque también son templos de Dios.
Este es mi humilde conocmiento, yo se los traslado, porque deseo que el amor de Dios fluya en ustedes.
Si ustedes desean que fluya mas fuerte, deberán hacer de esto su propio conocimiento y entregárselo a sus hermanos, trabajando así, dentro del Plan divino de Dios.
Así como guerreros de Amor, vencerán,
Miguel el Arcangel
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